el «grave problema de salud y seguridad laboral» que se padece en la depuradora de Eivissa ha forzado al Instituto Balear de Saneamiento a adoptar una serie de medidas que garanticen unas condiciones óptimas de trabajo.
Aunque «a día de ayer» la Conselleria de Medi Ambient balear aseguraba que no existía riesgo para la salud de los trabajadores y del vecindario, aún no se han instalado las mejoras. Entre ellas figura una encaminada a desodorizar la planta de pretratamiento, la más conflictiva. Eso sí, según advirtió el director general de Recursos Hídricos, el Ibasan no pagará una peseta si el sistema no funciona: «El contrato está condicionado a esa premisa», dijo Antonio Rodríguez. La empresa es francesa y está especializada en olores.
Esta actitud de la Conselleria balear de Medi Ambient es consecuencia del fracaso de las cuantiosas inversiones efectuadas durante los últimos años. Respecto a ese dinero, Rodríguez asegura que las auditorías elaboradas hasta el momento «justifican» cada peseta: «Otra cosa es que las inversiones no hayan sido exitosas. Quizás no hemos contratado a las mejores empresas».