El Govern de les Illes Balears aprobó ayer en su última reunión del consell de govern antes de las vacaciones estivales una nueva moratoria urbanística de aplicación en todas las islas y que tiene por objetivo garantizar la eficacia de la reforma de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), cuya tramitación comenzará tras el verano. La nueva norma cautelar tiene escasas excepciones y afecta tanto a los suelos urbanos y urbanizables como al rústico, en el que la construcción va a sufrir importantes recortes. Otra de las características del texto es que el crecimiento permitido a cada municipio durante los próximos ejercicios se calculará tomando como base la actual capacidad de alojamiento de cada uno de ellos.
En concreto, esta normativa, de tan sólo ocho artículos, establece que en suelo urbano y urbanizable los ayuntamientos sólo podrán otorgar un número de licencias que no supere un determinado porcentaje sobre la capacidad de alojamiento actual del respectivo municipio. Así, en el año 2001 sólo se podrán crecer en este tipo de suelo un 3 por ciento sobre la capacidad de alojamiento de cada municipio. Las cifras oficiales de las que parte el Govern para calcular el porcentaje se pueden observar en el gráfico que acompaña a esta información. El porcentaje irá descendiendo paulatinamente y, de esta manera, en 2002 será del 2 por ciento y en 2003 y los años siguientes será del 1 por ciento. Todos estos cálculos valen tanto para licencias para la construcción de edificaciones de uso residencial como para las de uso turístico.
Por lo que se refiere al suelo rústico -aquel que no esté sujeto a alguna otra protección que excluya la edificación- se marcan dos plazos diferentes. En lo que queda de año 2001 los ayuntamientos podrán autorizar un número de licencias similar al de las concedidas durante el primer semestre para construir viviendas unifamiliares en suelo rústico. En los años 2002 y 2003, según especifica el texto que ayer recibió el visto bueno del Govern, se podrán otorgar el doble de las licencias concedidas durante el primer semestre de 2001. Según los cálculos del Govern esto implica reducir las licencias en suelo rústico a 300 en toda Balears durante 2001 y 600 los próximos años.