La escollera de es Cavallet sirvió ayer de escenario para que el presidente del Govern balear, Francesc Antich, la presidenta de Consell, Pilar Costa, la consellera balear de Medi Ambient, Margalida Rosselló,y su homóloga insular, Fanny Tur, exteriorizasen su alegría por haber dado, tras dos años de gobierno, un paso de gigante hacia la protección «real, que no de papel» -en palabras de Rosselló- de ses Salines de Eivissa y Formentera. Margalida Rosselló incluso cree que mediante la regulación, que posiblemente podrá ponerse en marcha a principios de 2002, las Pitiüses han «revalorizado su patrimonio natural».
A partir del momento en que el Parlament dé su visto bueno a la ley que convertirá ses Salines en Parque Natural, nada volverá a ser igual en sus 50 kilómetros cuadrados de área marina y 2.500 hectáreas de tierra y estanques. La consellera de Medi Ambient recordó que será en los planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y de Usos y Gestión donde se especifique qué y cómo se podrá hacer en toda esa superficie. Además de las fuertes restricciones urbanísticas en todo el Parque, especialmente en las zonas catalogadas como Reserva, Rosselló indicó que se regularán los fondeos, especialmente en Formentera, donde la situación es «preocupante».
De igual manera, el Govern balear quiere controlar otro tipo de actividades que provoca un fuerte aumento de la presión antrópica en el medio. Por ejemplo, las concesiones playeras, como las hamacas, los velomares, las sombrillas y, especialmente, los chiringuitos, que serán revisados a la baja. Aunque en principio este tipo de concesiones depende de la Dirección General de Costas, órgano del Ministerio de Medio Ambiente, la ley de protección ambiental permitirá a la Conselleria de Medi Ambient ordenar esa parte del litoral, de manera que Costas se limitará a autorizar lo que diga el Govern, que será la administración de referencia.
Todos los usos en el espacio natural deberán tener el visto bueno de Medi Ambient, aunque haya otras administraciones competentes por medio, bien Costas o los ayuntamientos de Formentera y Sant Josep. Dos de los objetivos del PORN serán, según explicó uno de los responsables de su elaboración, que disminuya la comercialización «salvaje» de ses Salines y que «se reduzcan drásticamente las puntas de tránsito de personas», sobre todo durante el periodo estival.