Cuarenta y dos hoteles de las Pitiüses están trabajando en la implantación de un sistema de gestión de calidad y con el objetivo en el horizonte de obtener la «Q», un distintivo que garantiza al cliente que el hotel en el que se aloja no le va a deparar ninguna sorpresa desagradable. La coordinadora de calidad de las Pitiüses, Rosa Cicuéndez, explicó que de esos 42 establecimientos, sólo 3 ó 4 están inoperativos, pero que el resto está aprovechando bien el año para dar un empujón al trabajo.
En principio, y si nada falla, este otoño se presentarán a la auditoría previa a la obtención del sello de calidad tres establecimientos, algunos menos de los que se esperaban inicialmente. «La verdad es que este año, algunos hoteles de los que podían certificarse han elegido otros objetivos», comenta Cicuéndez. Muchos establecimientos, por ejemplo, han optado por acometer importantes reformas para mejorar sus instalaciones.
Eso no significa, puntualiza Cicuéndez, que se haya perdido el interés por la «Q», ni mucho menos. Por ejemplo, se han involucrado en gran medida la mayoría de los hoteles de cuatro estrellas de la isla y también avanza a buen ritmo algún negocio de apartamentos turísticos, un sector que hasta el momento todavía no ha logrado ninguna certificación.
Una iniciativa que ha dado muy buenos resultados ha sido la formación de coordinadores de calidad en las aulas de la Escuela de Turismo. La mayoría de ellos ha conseguido trabajo en algún establecimiento hotelero, afirma Cicuéndez, que también ha contado este año con la ayuda de dos becarios para poder hacer el seguimiento de todos los negocios apuntados al plan de calidad. En octubre se presentará la llamada «Q» verde, específica para cuestiones medioambientales, que se espera con gran interés.