El presidente de la Pequeña y Mediana Empresa (Pime) de Formentera, Joan Serra i Mayans, afirmó ayer que la población de es Pujols «lleva camino de convertirse en el West End de la isla de Formentera» por cómo ha evolucionado y el desorden que se está permitiendo en los últimos años. En este sentido, según Serra i Mayans, «es preocupante el descontrol que se produce en ciertas zonas de la isla, y muy especialmente en es Pujols, ya que en algunos puntos concretos de este núcleo urbano se está produciendo un proceso anárquico impresionante y aparentemente irreversible», comentó.
Para el presidente de los empresarios de Formentera, es evidente que «el Ayuntamiento habría de tomar medidas urgentes y drásticas para resolver los problemas que se están produciendo y que cada día van a más». «Siempre se habla del West End de Sant Antoni -añadió- pero a este paso dentro de poco es Pujols se convertirá en el West End de Formentera si no se pone freno inmediato al actual descontrol y caos, en especial por las noches».
Estas afirmaciones aluden a los conflictos y problemas de circulación y falta de aparcamiento que vienen sufriéndose en diversos lugares de es Pujols, en los que la zona señalizada en amarillo se ha convertido en un párking o donde calles y carreteras quedan colapsadas, si no cortadas, y mientras que hay puntos donde se multa a vehículos mal aparcados hay otros donde, en cambio, parece hacerse la vista gorda.
Según el sector turístico, trabajadores de la zona o residentes en es Pujols, los problemas de la zona podrían resumirse en un decálogo sencillo. En primer lugar los ruidos y la música. El tráfico es muy intenso y los establecimientos no respetan por la noche los decibelios marcados por las ordenanzas municipales o los horarios de cierre. El problema del tráfico se agrava, además, por la falta de aparcamientos y por la ineficacia o ausencia de la Policía Local, a la que a menudo se acusa de medir con distinto rasero las infracciones. También se critica el hecho de que haya establecimientos nocturnos que trabajen sin las pertinentes licencias y sin que nadie haga nada por evitarlo.