El alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, y representantes de la asociación de salas de fiestas de Balears mantuvieron el pasado viernes una tensa reunión en la que trataron las recientes decisiones adoptadas por el equipo de gobierno, encaminadas a que los empresarios de ese sector cumplan las ordenanzas municipales. El guión de ese encuentro varió ostensiblemente respecto al de otros habidos con anterioridad: esta vez, el alcalde les dijo que está cansado de escuchar vanas promesas, que se han cumplido en escasas ocasiones y que han abocado a la situación que actualmente vive el municipio.
Los representantes de las discotecas, entre los que se encontraba su presidente, Pedro Vidal, acudieron a la reunión preocupados por la aplicación estricta de las ordenanzas (que ha originado el primer cierre cautelar de una discoteca, Amnesia, y el que mañana se va a decretar de Privilege) y con el deseo expreso de colaborar con el Consistorio. Sin embargo, Marí Tur se mantuvo firme: «Les manifesté mi desazón por la situación, y les dije que ya hemos tenido demasiadas reuniones y demasiadas ofertas, por su parte, de colaboración. Por ese camino nunca hemos encontrado una solución, por lo que ahora habrá que tomar otros. Y el Ayuntamiento está decidido a ello», explicó el alcalde.
«Sus buenas voluntades y disposición ya las he oído muchas veces», añadió. El alcalde dice estar dispuesto a aplicar hasta donde pueda todo el peso de las ordenanzas durante el poco tiempo que resta de temporada, de manera que los empresarios de bares y salas de fiestas estén sobre aviso de que en 2002 el Ayuntamiento será firme, tal como reclaman más de siete mil vecinos de la localidad que han firmado un documento promovido por ocho asociaciones de residentes y empresarios cansados de que Sant Antoni se suma en el caos en cuanto llega el verano.
Los responsables de las discotecas solicitaron al alcalde que se les tenga en cuenta cuando se modifiquen las ordenanzas que les afectan. Marí Tur valoró el y hecho de que pese a todo muestren «voluntad de colaboración».
El Consistorio prohíbe una fiesta 'benéfica' en el Gala
Night
El Ayuntamiento de Sant Antoni volvió a demostrar el viernes que
está dispuesto a que las cosas cambien, al menos de aquí a fin de
temporada. Esta vez, el alcalde firmó un decreto que prohibía la
celebración de una fiesta supuestamente benéfica en el recinto del
Gala Night, escenario durante años de decenas de festejos
organizados por el Partido Popular. Según Antoni Marí Tur, la
«justificación» para celebrar esa fiesta -que debía durar dos días,
sábado y domingo- era la de recaudar fondos para una causa
benéfica, si bien la «realidad era otra». Esa decisión se suma a la
de cerrar cautelarmente hoy y durante un día Amnesia. Mañana se
decretará el cierre de Privilege.