El equipo de Gobierno presentará en el próximo pleno para su aprobación el pliego de condiciones para la adjudicación de la gestión de residuos sólidos urbanos de las Pitiüses, un proyecto recogido en el Plan Director Sectorial de Residuos que está valorado en alrededor de 60 millones de euros. La presidenta Pilar Costa lo calificó como de una de las inversiones más importantes de la historia de la isla, ya que permitirá adecuar un vertedero que lleva funcionando cuatro décadas en unas condiciones medioambientales lamentables, circunstancia que ha motivado una denuncia de la Comisión Europea ante el Tribunal de Justicia del continente.
La empresa a la que se adjudique el concurso gestionará los residuos durante 25 años y deberá concluir la adecuación del vertedero de Ca na Putxa (también conocido como de Roca Llisa) en menos de dos años. En doce meses impermeabilizará el basurero y en nueve meses tendrá lista la planta de transferencia de Formentera. Precisamente, también se lleva al próximo pleno "que se celebrará el día 30" un convenio con el Ayuntamiento de esa isla para que el Consell se haga cargo de esa obra, que una vez esté finalizada permitirá clausurar el vertedero de Cap de Barbaria y trasladar todas las basuras a Eivissa, donde serán tratadas.
El concesionario se comprometerá a crear una planta de triaje y de tratamiento de materia orgánica para fabricación de compost, que permitirá reducir el elevado coste de la inversión. El vertedero se impermeabilizará para evitar que siga contaminando y se desgasificará mediante la instalación de 18 tubos. Buena parte del basurero será cerrado, de manera que su impacto visual y ambiental será menor, y se habilitarán dos parcelas que acogerán restos sanitarios y de animales, siempre que no sean material específico de riesgo. De éstos debe hacerse cargo el Govern.