La Conselleria de Medi Ambient del Govern balear tiene previsto instalar en breve en Eivissa su nueva estación móvil de control de la calidad del aire. Esta estación se fijará en la isla durante dos meses para tomar nota del estado de salud del aire que se respira en la isla. Actualmente Gesa dispone de dos puntos de medida de la calidad de la atmósfera, uno situado en el barrio de Can Misses (al lado de la piscina municipal) y otro en Dalt Vila. La empresa eléctrica remite mensualmente a la Conselleria de Medi Ambient un informe con los datos recogidos por ambas estaciones.
La Conselleria de Medi Ambient, por otro lado, tiene previsto actualizar el listado de empresas potencialmente contaminadoras de la atmósfera que, con el tiempo, ha quedado desfasada. Según la ecoauditoría realizada por la empresa Gestam, el 83 por ciento de las empresas de Eivissa ciudad potencialmente contaminadoras del aire no están dadas de alta ante la Conselleria de Medi Ambient como tal. De los 72 focos que escupen humo a la atmósfera (calderas y depósitos de combustibles), sólo 12, dice Gestam, están controlados por la administración. La central eléctrica de Gesa, el hospital de Can Misses, el hotel Playa Real, un colegio, la planta desaladora y dos lavanderías son algunas de las pocas empresas que cumplen con la normativa.
Asimismo, la Conselleria de Medi Ambient reconoce que la legislación ambiental, que data de la década de los 70, está obsoleta: «Da muchos problemas por lo poco restrictiva que es» De todos modos, la Conselleria de Medi Ambient achaca al número de vehículos que circulan por las carreteras pitiusas la elevada concentración de CO2 en la atmósfera. Las emisiones de CO2 en Eivissa ciudad están por encima de la media nacional. Concretamente cada habitante del municipio genera una media de 7'6 toneladas de CO2, cuando la media nacional está en 6'8 toneladas. Para la Conselleria de Medi Ambient el problema radica en el parque móvil, y no en las emisones incontroladas de las calderas de las empresas.