L.F.A/EFE
El mercado balear de turismos sufrió un retroceso en marzo del
52,16 por ciento, el mayor de todas las comunidades autónomas, por
efecto de la caída de las compras de las empresas de alquiler de
coches ante el descenso de las reservas turística para la Semana
Santa.
El presidente de la patronal ibicenca Prodeco, José Colomar, que incluye a Asociación de Empresas de Automoción, confirmó ayer que Eivissa no se ha salvado del descenso de Balears, motivado también por el desplome de las ventas de vehículos de flotas de alquiler para la temporada. «A la vista de la incertidumbre general los empresarios no quieren arriesgar y están esperando hasta el último momento, por lo que es posible que las ventas se retrasen a mayo», comentó.
Para Colomar la situación actual es «de preocupación aunque no de pesimismo total», porque confían en que la situación remonte.
La crisis no sólo se está notando en los grandes compradores. «El cliente particular tampoco se ha lanzado a comprar por las mismas causas; porque no sabe cómo le va a ir la temporada y si va a tener dinero para afrontar el gasto», explica Colomar, para quien es «evidente» que los movimientos del sector del automóvil «son el mejor termómetro de cómo va la economía».
Según los datos facilitados por las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam), las matriculaciones en marzo pasado sumaron 120.836 turismos en todo el país, una cifra que supone poco más de un 5 por ciento menos que en marzo de 2002.