«El sindicato se plantea pedir el cierre total o parcial de la sede de los Juzgados de Eivissa si el informe de la Inspección de Trabajo es negativo». Así lo expresaba ayer Juan Nieto, representante de los trabajadores de los juzgados del sindicato CSI-CSIF, autor de la denuncia ante la Inspección de Trabajo que ha motivado esta visita de reconocimiento de instalaciones.
Los empleados confían en que el informe de la Inspección refleje la situación que se describía en la denuncia. Desde las condiciones insalubres de algunas salas, pasando por la falta de salidas de emergencia en lugares como los archivos, la cantidad de papel que se acumula por todas partes o el hecho de que los cableados de los ordenadores surquen los suelos, constituyendo un peligro de caída, entre otros, son algunos de los aspectos que recoge la demanda. «Contraviene todos las normas de riesgos y salud laboral», remarcó el representante de los trabajadores.
Además, no dudan en afirman que una empresa privada, con el aumento de inspecciones que se están produciendo (sobre todo en construcción) ya habría sido sancionada, cerrada o al menos amonestada, si ejerciese su actividad en las mismas condiciones que lo están haciendo los Juzgados de Eivissa.
Nieto mostró ayer su sorpresa por la espectación que está causando esta inspección y, sobre todo, por la celeridad con la que se produce ya que les consta que «lo habitual es que, tras la denuncia, se dé cita con mucho más retraso». En esta ocasión sólo han transcurrido unas tres semanas.