El Ayuntamiento de Eivissa estudia la posibilidad de emprender acciones legales por las declaraciones vertidas por miembros de la Asociación de Vecinos de Sa Penya que acusaron al alcalde Xico Tarrés de tener trato con los delincuentes. «Que lo demuestren y si no lo tendrán que hacer en el juzgado», advirtió ayer el primer teniente de alcalde de Eivissa, Pedro Campillo. Asimismo, reprochó la actitud de Joan Marí Tur en este asunto: «Es una vergüenza que el bicandidato, que será jefe de la oposición y diputado al Parlament, no sea capaz de decir que no esta de acuerdo cuando se dicen este tipo de barbaridades, por muy bien que le vaya políticamente».
Campillo aseguró que las declaraciones efectuadas anteayer por el presidente y el miembro de la directiva de la asociación no son compartidas por otros miembros del colectivo vecinal. «Nos ha llamado gente de la asociación, miembros de la directiva, y ha dicho que está en total desacuerdo con las declaraciones que hizo ayer el presidente». Añadió que incluso han recibido llamadas de votantes del Partido Popular que «están en total desacuerdo con las declaraciones de Joan Marí y David de Mena».
El teniente de alcalde y número dos de la lista del Pacte al Consistorio aseguró que los problemas de Sa Penya no se arreglan en un día: «Se ha hecho un esfuerzo importante en rehabilitarla. Es un problema grave, complicado y de tiempo. No lo hemos descubierto ahora, pero algunos parecen que sí porque Enrique Fajarnés fue alcalde durante diez años y se pasea por el barrio. No se cómo tiene la cara de hacerlo, si Sa Penya se degradó con él». Campillo también se refirió a las declaraciones acerca de que trata mejor a los delincuentes que a los vecinos: «Que Botja no desmienta estas palabras es indignante. No es el alcalde pero tiene la obligación institucional de defender el cuerpo, a parte de que sabe que eso es falso. Soy el jefe de la Policía y sabe que tiene instrucciones de colaborar con la Policía Nacional. Tenemos un destacamento de ocho policías que no están en otro punto de la ciudad. En político no puede valer todo».