El Pacte volvió a cerrar anoche su campaña electoral, igual que hace cuatro años, en el Parque Reina Sofía de Eivissa en un acto que reunió a cerca de 1.500 personas. «Que nadie se quede en casa. La cosa está ajustada. No podemos perder ni un voto y que estos sigan siendo progresistas», dijo ayer la candidata del Consell, Pilar Costa, que agotó hasta el último momento para pedir el voto para las elecciones que se celebran mañana.
Costa pidió sin tapujos «coherencia y responsabilidad» ante «un cambio de opciones que aparecen teñidas de verde», en alusión a Els Verds, que puede ir en detrimento del Pacte ante «la posible división del voto que puede favorecer al PP». «No podemos dar apoyo a estas opciones que nos puede restar votos. Nos costó mucho la unión», recordó en su discurso donde se refirió a la coalición formada hace cuatro años «que ha sabido priorizar para el bienestar de todos, por encima de intereses partidistas con una actitud generosa. Gracias al PSOE, IU, ENE y ERC». Además, Costa dedicó parte de su intervención a los jóvenes, al 'no a la guerra' y al chapapote. «Hace cuatro años dijo el PP que muchos jóvenes se iban a ir fuera si ganaba el Pacte y se han ido a trabajar, a recoger chapapote a Galicia», añadió.
La presencia de ministros y del propio presidente del Gobierno, en el mismo escenario pero en diferente día, fue criticada por el Pacte ante el 'olvido' a las islas, como en la aplicación del REB. «No nos parece razonable el desfile de ministros en campaña» y advirtió de que no les «tapará la boca ni un ex ministro, por muy ibicenco que sea». La candidata finalizó su intervención recordando que «cualquier tiempo pasado fue peor» y señaló que pese a la prohibición de llevar símbolos en contra de la guerra «es la ocasión de decir no a la guerra con el voto, no a la política de derechas y apostar una vez más por el Pacte».