Los vecinos de Santa Gertrudis están cada vez más preocupados por el alcance de la contaminación de los pozos de gasolina y gasóleo. «El problema es más grave de lo que parece. Nosotros ya no veremos los pozos como estaban antes de que se produjera la contaminación», asegura Eulària Torres, propietaria de la finca Can Joan d'en Torres, que fue la primera en denunciar la fuga de fuel.
La Conselleria de Medi Ambient ha constatado que la fuga de carburante también afecta al acuífero más profundo (perforadas) y avisa a todas las personas que tienen un pozo en la zona delimitada entre el río de Santa Eulària, el canal de Fruitera, el núcleo de Santa Gertrudis y la carretera que va de Sant Rafel a Santa Eulària a que no utilicen el agua para nada.
Eulària Torres presentó la primera denuncia el pasado 18 de octubre ante el Consell Insular, que la remitió a la Conselleria de Medi Ambient del Govern, que es quién tiene competencias sobre los pozos y contaminación de aguas. «Todas las decisiones que ahora se empiezan a adoptar llegan demasiado tarde. Si hubieran actuado en octubre, podrían haber evitado buena parte del daño que se ha hecho, pero está visto que una persona sola no puede demostrar nada», dice.
Ante la falta de respuesta de la administración, y cuando ya había un segundo pozo afectado, alrededor de veinte vecinos de la zona denunciaron el pasado 3 de mayo los hechos ante la prensa. «Cuando presentamos la primera denuncia pensaban que veíamos brujas. Todo el mundo dudaba de nuestra palabra. Por supuesto que no me alegré cuando apareció otro pozo contaminado, pero al menos pensé que entonces a lo mejor conseguiríamos que nos hicieran caso», indica.
Torres celebra que la gasolinera haya vaciado, a instancias de la Conselleria de Medi Ambient, el tanque de gasolina sin plomo 98 que, según el informe de la dirección general de Industria, también dependiente del Govern, sufrió una fuga en septiembre. Este mismo informe asegura, según el propio Govern balear, que no se puede garantizar que el tanque de fuel esté herméticamente cerrado.
Por otro lado, esta vecina también está descontenta por la actitud de la Conselleria de Medi Ambient, que no les ha informado de ninguno de los pasos dados hasta ahora. «Nos estamos enterando de todo lo que pasa por la prensa. Nadie nos ha llamado para ponernos al corriente de lo que sucede», recalca Torres.