La «pegada de carteles» de la pasada medianoche no es más que el inicio de un largo proceso que no concluirá con las elecciones del próximo día 25, sino que se prolongará más allá.
Basta recordar que hace cuatro años, los comicios se celebraron el 13 de junio, que hasta el 19 de julio no se firmó el Pacte de Progrés y que los consells se constituyeron en agosto. Entre la noche electoral y el día en que la clase política se fue de vacaciones -ya con las nuevas instituciones constituidas- mediaron una intensas jornadas negociadoras que, de cumplirse este año los pronósticos, volverán a repetirse.
La elección de los nuevos ayuntamientos se clarificará antes. Las corporaciones donde no se hayan impugnado resultados (como sucedió en 1999 en Palma) se constituyen a los veinte días de la jornada electoral. Eso marca el primer número en rojo del calendario: 14 de junio. Ese día, según hayan sido los pactos, podrá intuirse qué pasará con el Govern. Siempre y cuando no se despeje todo la misma noche del 25 y algún partido obtenga mayoría absoluta.
El Parlament se tiene que constituir en un plazo máximo de 30 días hábiles tras las elecciones. A más tardar, el 4 de julio. Para llegar a la sesión de investidura, eso es a la elección del presidente o presidenta por el pleno, hay un plazo máximo de 15 días. Si no obtiene mayoría absoluta, deberá celebrarse una nueva votación para la que es suficiente la simple.
Un día o dos después toma posesión y después lo hace el Govern. El Consell Insular se constituye y elige a su presidenta o presidente transcurridos siete días de la investidura del president.
Pese a los cambios en la Ley de Consells efectuados en la última legislatura, el pleno corporativo sigue surgiendo de las elecciones al Parlament ya que no existe una elección diferenciada. Por eso es preciso esperar a la constitución de la Cámara.