Las voluntarias que acuden cada día a este centro realizan distintas actividades, no solo confeccionan muñecas de trapo sino que también realizan todo tipo de arreglos por encargo. El precio es mínimo, algo más parecido a una pequeña donación destinada a la asociación de Cáritas. Suelen recibir encargos de iglesias, para reparar cortinas, túnicas o manteles. También cogen los bajos de pantalones, faldas y vestidos. Solo hay que acercarse a este taller de Cáritas que se encuentra en la calle de Felipe II.
Las muñecas más solidarias