El tiempo no traicionó y, a diferencia de lo que les ocurrió
recientemente a los vecinos de es Cubells, en Sant Rafel sí
pudieron cumplir con todos los ritos festivos.
A mediodía partió desde el colegio de la localidad el desfile de
carros en el que participaron numerosos vecinos que, acompañados de
familiares y amigos, no faltaron a una cita en la que algunos
llevan participando más de una década. Después de presenciar el
desfile, la mayoría de los asistentes se dirigieron a la parroquia
para asistir a la misa solemne celebrada por el obispo de Eivissa,
Agustín Cortés Soriano.
Al término del oficio, los vecinos que portaban las imágenes fueron situándose, en silencio, a la entrada de la parroquia a la espera de que el sonido de las castanyoles y los tambors les señalara el momento exacto de la partida. El Niño Jesús de Praga, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora del Carmen, San Vicente, San Juan Bautista, San José, Corazón de Jesús y, cerrando el desfile, San Rafael, realizaron un breve recorrido alrededor de la parroquia. Junto a las imágenes religiosas, además de los vecinos y los miembros de la parroquia, varios representantes políticos formaron parte de la comitiva a pesar de que durante el día de ayer se requirió su presencia en varios actos. No faltaron el presidente del Consell Insular, Pere Palau, o el alcalde de Sant Antoni, José Sala, aunque sí se echó en falta a la delegada del gobierno, Marienna Sánchez-Jaúregui, quien tuvo que acudir a la celebración de la fiesta de la Policía Local de Eivissa. Por parte del Pacte acudieron la consellera Fanny Tur y el conseller Vicent Tur, además de varios representantes municipales.