Con un salón de actos con algunas sillas rotas y un aforo no superior a 50 personas, los médicos de Eivissa renuncian a organizar actos en su sede debido a su mal estado y optan por recurrir a salas de otras instituciones para programar actividades.
La puesta en marcha de la nueva sede del colegio en Puig des Molins sufre un retraso por el cambio de las normas urbanísticas que dejó en suspenso la licencia concedida en 2001 por el Ayuntamiento de Eivissa. Los médicos están a la espera que el Consistorio y el Consell den luz verde a las obras.
Esta situación ya está ocasionando problemas en el funcionamiento del Colegio de Médicos, un colectivo que congrega a unos 400 facultativos en Eivissa y Formentera. El presidente de la junta insular de Eivissa y Formentera del Colegio de Médicos de Balears, Marcelo Fernández, califica de «lamentable» el estado de la sede ya que está infrautilizada y «no se puede sacar todo el rendimiento». «Tenemos que reubicar a los conferenciantes. Algunas de las sillas del salón de actos están rotas y el estado de la sede no permite más de 50 personas de aforo. Hay un profundo malestar sobre el estado de la sede y las posibilidades que tiene para ser utilizada», explica Fernández. Este hecho ha supuesto tener que recurrir a otros lugares para ofrecer actividades. «Ha habido varios casos de médicos que han traido conferenciantes de calidad y se ha tenido que recurrir a Can Ventosa o el centro de salud de Es Viver. Siempre estamos pidiendo aforos que no sea nuestro propio colegio», lamenta.