Lo que propone la Autoritat Portuària es lo contrario de lo que dice el avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Eivissa. Este plantea que los barcos de pasajeros y mercancías atraquen en el muelle de descarga de combustible, que el puerto de Ibiza Nueva se traslade al puerto viejo de la Marina y que se eliminen los espigones de Ibiza Nueva y se construya una escuela náutica insular.
LAURA FERRER ARAMBARRI
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Eivissa, Vicente
Torres, asistió ayer al Consejo de navegación y puerto de Eivissa
donde manifestó la discrepancia del Consistorio con la opción
elegida por la Autoritat Portuària.
«Las mercancías deberían ir al muelle comercial, ampliando esta zona, e incluso eliminando los amarres de Ibiza Nueva y trasladándolos al muelle sur para que el puerto no crezca de una manera desmesurada y no ganar terreno al mar cada vez que hay que hacer una reforma del puerto», explicó. Además cree que el traslado de mercancías ro-ro al dique provocará problemas de tráfico ya que «todos los camiones pasarán por la avenida 8 d'Agost». El Ayuntamiento cree más conveniente sacar la mercancía desde la ronda de Pachá hacia el primer cinturón de ronda, evitando así el paso de mercancías por la ciudad. «Así los camiones saldrían del municipio en 300 metros mientras que desde el relleno del dique las mercancías tendrán que recorrer dos kilómetros por dentro del municipio por 8 d'Agost».
Torres remarcó que el argumento principal del Consistorio es que «el municipio debe crecer en función de las necesidades reales no en función de crecimientos futuros que se prevén y que a lo mejor no se llegan a dar». El concejal se mostró preocupado porque siempre que se habla de proyectos en Eivissa «son macroproyectos desmesurados ya sea de carreteras, de aeropuertos o, en este caso, del puerto».
Torres se mostró dispuesto a dialogar aunque cree que «los planteamientos son muy distantes». Una solución intermedia o, al menos, más comedida, sería lo lógico para el concejal.