El jugador del Betis, Joaquín, pieza codiciada por los grandes del fútbol español e inglés, vivió ayer una de las pruebas más duras de su vida cuando los alumnos del campus de fútbol de Formentera organizaron una rueda de prensa para preguntarle de todo. «Es más duro una rueda de prensa con chavales ya que te hacen algunas preguntas que te quedas que no sabes ni qué decir», confesó el futbolista. Haciendo gala de su gracejo andaluz, Joaquín respondió cómo pudo a las preguntas sobre su cláusula de rescisión, «10.000 millones», dijo el jugador expresándose en antiguas pesetas; a los reproches por la eliminación de España en la Eurocopa o por qué no fichaba por el mejor equipo del mundo refiriéndose al Madrid, lo cual provocó un ligero abucheo de sus coleguillas ya que en Formentera el Barça arrastra más seguidores que no el equipo blanco. También le preguntaron por el Chelsea o por lo que se siente al fallar un penalty en el mundial.
El internacional español se fotografió con los participantes en el campus, firmó autógrafos, cromos y camisetas y posteriormente recibió, de manos del concejal de turismo de Formentera, Cándido Valladolid, el diploma acreditativo de embajador turístico de las Pitiüses. Joaquín se mostró encantado con la distinción y afirmó que ha pasado unos días en Formentera, donde no sólo tomó el sol sino que aprovechó para pescar, sin sentir el agobio y la presión de los medios, lo que ha sido sumamente gratificante y prometió repetir la experiencia. Texto y fotos: G.Romaní