La comisión de coordinación creada hace ya casi dos años para solucionar los problemas de la depuradora de Eivissa celebró ayer su última reunión. Sus integrantes, Ministerio de Medio Ambiente, Govern, Consell y Ayuntamiento de Eivissa, acordaron disolver este ente creado con muy buenas intenciones pero que finalmente ha dado pocos frutos a causa, fundamentalmente, de la falta de entendimiento entre el Ejecutivo balear y la administración municipal. La última discrepancia que había entre las dos instituciones quedó ayer resuelta al retirarse la propuesta realizada por el Institut Balear de Sanejament (Ibasan) para construir la nueva depuradora a 850 metros del hospital Can Misses. A partir de ahora el Ayuntamiento será el único responsable de buscar el solar que crea más conveniente para ubicar esta infraestructura. El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, dejó claro que el terreno de Can Misses «en principio queda descartado». «Alternativa ideal dentro del municipio no la hay pero sabemos cuáles son las opciones menos malas y trabajaremos para encontrar la más idónea aunque sea en otros municipios por lo que necesitaremos sentarnos a hablar con otros consistorios», añadió. El primer edil apuntó que una de las opciones «menos malas» es la de ubicar la infraestructura junto a la actual depuradora.
Una vez haya conseguido el terreno el Consistorio, el Ministerio de Medio Ambiente tendrá que decidir si es apropiado. El ejecutivo central que tendrá que pagar la infraestructura también se encargará de redactar el proyecto y ejecutar las obras.