El Ayuntamiento de Eivissa ofrecerá ayuda psicológica a mujeres con familiares a su cargo. El proyecto denominado «Cuidar cuidant» se pondrá en marcha con carácter experimental a partir de marzo en la unidad de trabajo social de Eixample.
El aumento de la población mayor requiere que se hagan cargo de ella bien en una residencia o una persona que le cuida en su casa. Este proyecto va dirigido, precisamente, a estos cuidadores «que a la larga fomentan una serie de sentimientos y un malestar por la carga que supone cuidar de manera continuada a una persona dependiente, enferma de larga duración y en la que no hay una mejoría, sino un recrudecimiento de su enfermedad», explica la psicóloga Concha García, una de las artífices del proyecto «Cuidar cuidant» junto a la trabajadora social Mª José Hidalgo.
A través de un taller con una capacidad para 15 personas se tratará de «evitar que el cuidador enferme también; queremos ayudarle, darle un espacio para que depositen lo malo y lo bueno de la situación que están viviendo para poder sopesar entre todos los asistentes que no son los únicos, que hay cosas que se pueden mejorar, otras no pero se pueden entender», añadió la psicóloga.
El proyecto tendrá así un doble objetivo: subir la autoestima de la cuidadora y facilitarle herramientas para mejorar su calidad de vida. Una psicóloga y, como apoyo, estas dos profesionales será el personal del taller, que se realizará en el Eixample, y que consistirá en doce sesiones de dos horas de duración. Las dos primeras serán semanales y las siguientes, quincenales. El taller que será gratuito finalizará en mayo, pero no se descarta que este proyecto se prolongue más tiempo. «Si vemos cómo funciona se intentará alargar porque ya que si se tiene a la familia en un proceso de ayuda seguiremos con ellos», comentó Hidalgo.
A largo plazo se espera que este taller se reconvierta en un grupo de autoayuda para que cuando «se consolide puedan tener un rato para tomarse un café, darse un paseo y apoyarse entre ellos», ya que los expertos consideran que la interacción con otras personas con experiencias similares puede tener un efecto positivo en el bienestar psicológico del cuidador.