Pocholo Martínez Bordiú acaba de regresar a la isla después de rodar por toda España el reality-documentaPocholo 07, Sin domicilio Fijo. Un desafío que compartió con la Miss Playboy 2004, Arancha Bonete y que terminó, incluso, con un romance a bordo. La consigna era recorrer España sin dinero, sin tarjetas de crédito y sin móvil por caminos comarcales y al volante de su caravana 'Jacinta. Pero, sobre todo, la meta también era salir de Eivissa y regresar tal y como empezaron, es decir, los tres juntos: Pocholo, Arancha y Lola, la labrador de este personaje hecho a si mismo que parece haber encontrado lo que realmente quiere hacer en su vida: programas de viaje.
Es viernes por la tarde y en su casa con vistas a Ses Salines Pocholo aparece mucho más tranquilo de lo normal. Trae un cd con imágenes del viaje y la satisfacción de haber hecho un programa que, asegura, está dando muy buenos resultados. «En el segundo capítulo hemos superado la media de audiencia que tiene La Sexta», comenta; se sirve un martini y comienza la entrevista.
-¿Qué trabajos has conseguido para solventarte el viaje?
-Bueno hemos trabajado, por ejemplo, marisqueando en las Rías de Arosa y hemos hecho pesca de arrastre en Ayamonte. En Sevilla Arancha hizo de ayudante veterinaria y yo derribando toros. También en Gijón trabajamos en un lagar donde se hace sidra y demás actuamos en un circo, en Sitges.
-¿Con público y todo?
-Sí, yo era Pocholete y Arancha, Cohete. Era un circo muy antiguo, de cinco generaciones y, la verdad, que fue impresionante. Hice de payaso y estuvimos encantados. En todo el viaje fuimos sacando jornales: 50 euritos, 200, 300. Cuando salimos de aquí vendí un cuadro en Space y así empezamos. Después, por ahí, venía uno y me decía «hey, vente a mi local y ponte un par de discos que te doy 200 euros». A pues cojonudo. O venía otro y me decía, «Oye, si mañana vienes a por cerezas te doy 50 euros».
-Entonces la gente se portó bien con vosotros.
-Impresionantemente bien, nos han dado de todo, desde dinero hasta jamones, vino, comida. Lo he pasado increíble y a parte me ha encantado España, hemos ido por carreteras comarcales sin tocar autopistas y ha sido un placer de viaje, una maravilla.
-¿Has tenido que privarte de algo por viajar sin dinero?
-La verdad es que yo nunca tuve dinero, ahora tengo un poco, pero antes, lo de ir por ahí sin dinero era algo del día a día. Entonces, para mí, esto era coser y cantar. Además no hemos tenido calor, porque funcionaba el aire acondicionado. Y frío, mucho menos, porque al final pasaron cosas con Arancha...
-Sí, se habla mucho de ello ¿Cómo empezó?
-Comenzamos el viaje sin conocernos, aunque siempre, desde el principio, hubo mucho respeto. Pero bueno, conviviendo en la misma caravana y metidos en el mismo cubículo de diez metros cuadrados, al cabo de los tres días no hay quien te pare.
-O sea que ya tienes una buena amiga...
-Sí, hay lio, hay cariño y hemos sido muy buenos compañeros.
-¿Cómo fue el recorrido por España?
-Empezamos en Eivissa y regresamos a la isla. Fuimos por Valencia, Marbella, Tarifa , Ayamonte, luego subimos por toda la ruta de la plata, seguimos por Gijón, Santander, La Rioja, donde visitamos unas bodegas y después al País Vasco, Barcelona y Sitges, desde donde regresamos.
-Son muchos kilómetros ¿En cuántos días lo habéis logrado?
-Hemos dado la vuelta a España en 42 días. Pero la verdad es que la caravana iba tan pesada y las carreteras eran tan pequeñas que a veces íbamos a veinte quilómetros por hora de media, íbamos muy lento.
-¿Cuál fue el principal obstáculo del viaje?
-El obstáculo fundamental fue la caravana porque se ha roto todo: el alternador, la batería, el cambio, el embrague, el cristal, todo, hemos parado en mucho talleres y gasolineras.
-¿Y la convivencia?
-Fue una convivencia fue muy sana y muy santa. La televisión igual estaba esperando que yo me pelease tipo los de Gran Hermano pero he decidido que no, que ahí éramos tres y que no había ninguna pelea. Es un programa que se puede ver muy bien porque no hay nada soez en él.