Son muchas las familias que tienen o han tenido un negocio familiar en el Mercat Vell. Así, con el paso de los años se ha convertido en uno de los rincones con más encanto no sólo de Eivissa sino también de toda la isla. María Antonia Costa regenta uno de los puestos de fruta y verdura tradicionales más antiguos del Mercat Vell, por lo que es muy conocida entre la población. «Mis clientes son sobretodo gente ibicenca que reside aquí durante todo el año y también los que vienen a trabajar toda la temporada», asegura María Antonia. En su negocio ha pasado por épocas buenas y no tan buenas. Sin embargo dice que desde hace algunos años ha notado una bajada en las ventas. «Este año ha influido también las numerosas zonas azules que se han creado, y es muy difícil encontrar aparcamiento. Esta opinión la comparte Josefa Ramis, que está al cargo de otro puesto de agricultura tradicional del Mercat desde hace más de 20 años. «Ha habido veces que me han llamado por teléfono para hacer un pedido y les he tenido que llevar la compra porque no encontraban aparcamiento», afirma Josefa. Una de las características del Mercat Vell es que cuenta con amplia variedad ya que, por ejemplo, hay un puesto de agricultura ecológica, que dirige Javier de la Fuente. «Al principio no venía mucha gente porque no se sabía que era la agricultura ecológica, pero tenemos cada vez más clientes». Otro punto a destacar de este mercado es el trato personalizado y la calidad de sus productos, pues se reponen cada día. Al contrario de la fama de caro que tiene, un kilo de tomates en el puesto de Javier cuesta 1'90 euros, en el de Maria Antonia valen 0'90 céntimos de euro, cifra igual a la del puesto de Josefa.
María José Real