La oficina de atención a los afectados por el hundimiento del Don Pedro que comenzó a funcionar en el Consell el 1 de agosto ha recibido un total de 22 reclamaciones. La suma de las indemnizaciones que solicitan estos empresarios y particulares de Platja d'en Bossa y Talamanca asciende a 934.797 euros, aunque no todos han aportado una cifra concreta en cuanto a valoración de daños. Ahora, todos estos expedientes se pasarán a la asesoría jurídica para preparar la reclamación ante los Juzgados, ya que este dinero lo deben pagar Iscomar y su compañía aseguradora, según explicó la portavoz del Consell Pilar Costa, que recordó que desde la institución no se darán ayudas directas a estos afectados porque la institución no es culpable de la contaminación. Sí que se comprometieron, según Costa, a canalizar la presentación de reclamaciones a través de una oficina y a organizar actividades en las dos playas que resultaron más afectadas por la llegada de fuel: Talamanca y Platja d'en Bossa.
Cierre de la oficina
La consellera anunció ayer que el próximo 15 de noviembre se cerrará esta oficina para afectados del Consell, por lo que animó a los que todavía no hayan presentado sus solicitudes a que lo hagan en el menor plazo posible. De todas formas, siempre cabrá la posibilidad de reclamar directamente ante el juzgado.
«Esta oficina comenzó a funcionar el 1 de agosto y en principio se dijo que no había limite de tiempo pero sí queríamos tenerla abierta toda la temporada; en los últimos días han ido bajando las solicitudes y por eso el 15 de noviembre se cerrará», especificó Costa. Los 22 afectados que han presentado sus solicitudes las han acompañado de la documentación acreditativa de los presuntos daños que sufrieron a raíz del hundimiento del barco.
El organismo rector que sigue las labores de descontaminación del Don Pedro, formado por Govern, Ministerio de Medio Ambiente, Marina Mercante y Sasemar, se reunió ayer por la tarde y, según explicó su presidente, el director insular de la Administración del Estado en las Pitiüses, José Manuel Bar, se está a la espera de que mejore el tiempo para que los buzos puedan hacer una inspección concienzuda y dar por concluida la extracción de líquidos contaminantes. «Ahora ya se extrae por litros y no por toneladas y viene muy mezclado con agua». Luego restan otras dos fases de descontaminación de sólidos y de limpieza general del buque.