Los ayuntamientos cuentan desde hace pocos meses con más competencias para autorizar y sancionar espectáculos públicos y diferentes actividades (por ejemplo bares, cafés-concierto, plantas asfálticas o de hormigón o negocios de cualquier tipo).
Antes de la aprobación de la nueva ley los espectáculos públicos eran competencia del Consell, que también podía sancionar en materia de actividades. Ahora esta función la asumirán los ayuntamientos, aunque la máxima institución pitiusa podrá ofrecerles ayuda en caso de que lo necesiten.
El Consell tiene actualmente un centenar de expedientes pendientes por resolver que entraron antes de la aprobación de la ley. Desde la máxima institución pitiusa calculan que tendrán trabajo todavía dos años para poder dar salida a todas estas peticiones de permisos y para la resolución de difentes infracciones y sanciones.
El conseller de Mobilitat i activitats, Albert Prats, explicó que esto supone «una cierta descarga» de trabajo para el Consell, que de esta forma podrá destinar este personal a temas de industria o del patronato de la moda. «De todas formas, siempre tenemos que dejar a algunas personas porque hay competencias que todavía son nuestras y siempre podemos subrogarnos», explicó Prats, que destacó que las valoraciones y calificaciones de proyectos quedarán todavía en manos del Consell.
Esta ley fue publicada en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) en octubre de 2006, aunque se les dio seis meses de plazo a los ayuntamientos para que pudiesen prepararse para asumir todas estas competencias.
En las licencias municipales de apertura se tendrá que incluir el tipo de actividad, la superficie del local, su aforo, el riesgo que suponen y los horarios que tengan.