El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, asistió ayer a Palma para presenciar la firma del protocolo entre el presidente del Govern balear, Francesc Antich, y el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para que Formentera se someta a una prueba piloto para eliminar todas las barreras arquitectónicas de la isla que incluyen no sólo los edificios públicos sino también centros docentes, aceras, transporte público y servicio marítimo, entre otros.
La firma de este protocolo dará paso a la firma de un convenio para hacer efectiva esta supresión de las barreras arquitectónicas tras la elaboración de un estudio, que analizará las necesidades de movilidad de la pitiusa menor, y que se llevará a cabo entre el Ministerio de Trabajo, Govern balear y el Consell de Formentera. Ferrer explicó que, por el momento, no existe ninguna partida económica fija prevista ni tampoco un plazo para llevar a cabo esta prueba piloto: «Como mínimo es una declaración de intenciones pero la realización de esta prueba piloto nos interesa mucho para que Formentera pueda eliminar todas las barreras arquitectónicas, que hasta el momento, no se ha hecho prácticamente nada».
De hecho, Ferrer indicó que la isla está bastante «atrasada» en la eliminación de las barreras arquitectónicas y señaló que no existe ningún edificio público que tenga las condiciones accesibles para las personas con movilidad reducida, según indicó el presidente del Consell Insular de Formentera.