El presidente de la Asociación de vecinos de Cala Tarida, Alfredo Cenarro, aseguró ayer que están muy preocupados desde hace tiempo por la gran construcción que se registra en toda la zona. Por eso ven bien que el Ayuntamiento de Sant Josep haya paralizado una urbanización que prevé la construcción de 186 viviendas por no ajustarse a la licencia. «En la última reunión que tuvimos con el concejal ya le dijimos que teníamos mucho interés en que hubiese rigor en todas las contrucciones que se están haciendo», dijo Cenarro, que aseguró que se está urbanizando demasiado y se está destruyendo una importante masa forestal. «Están dejando el entorno hecho un desastre y no sólo en Cala Tarida, también en Cala Molí y Cala Vedella», destacó este vecino, que aseguró que debe haber un término medio entre el progreso y la «barbaridad» que supone la construcción de tantas nuevas viviendas.
«Durante años hemos luchado para conseguir aceras, papeleras, contenedores de basuras y también para tener una nueva depuradora que para cuando la acaben quizás ya sea pequeña porque en esta urbanización habrá casi 200 viviendas unifamiliares, lo que supondrá unas mil personas más en Cala Tarida», explicó Cenarro, que asegura que esta playa se convertirá prácticamente en un pueblo en el que además no habrá infraestructuras necesarias. «No tenemos ni columpios para los niños ni autobús en invierno», especificó.
Desde la asociación de vecinos recuerdan que el Plan Territorial Insular (PTI) dejó grandes posibilidades de construcción para toda esta zona. «Salimos muy perjudicados con el PTI».
«Nunca me alegro de que paren una obra a nadie pero sí que es verdad que se les tiene que hacer parar si no cumplen la ley», agregó este vecino, que cree que habría que poner freno a la construcción en playas y zonas boscosas.