El polígono industrial de Formentera, situado a la altura del kilómetro 2'5 de la PM-820, entre la Savina y Sant Francesc, ha visto en los últimos meses desbloqueda la situación que se arrastraba prácticamente desde finales de 1999. Ayer el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, el responsable de Ordenación del Territorio, Obras, Urbanismo y Economía y Hacienda, Bartomeu Escandell y el presidente de la Junta de Compensación de la Zona Industrial, Pep Yern, anunciaron públicamente que hace unos días se llegó a un acuerdo total entre las partes para desarrollar la unidad de actuación7/2 que permitirá la urbanización de dicho polígono industrial. Los costes de dicha urbanización se sitúan alrededor de los 2'7 millones de euros y el Consell aportará una tercera parte, concretamente 900.000, lo cual permitirá el asfaltado y suministro eléctrico, así como la apertura de nuevos viales de acceso directo, desde la PM-820 a la zona en cuestión.
El Consell percibirá un solar o una nave de alrededor de 500m2 para un período aproximado de 15 años para guardar maquinaria, respuestos y posiblemente instalar un taller propio. Paralelamente y en la unidad de actuación 7/1, situada al otro lado de la PM-820, el Consell percibirá una zona de 1.800m2 que junto a los 2.000 ó 2.500m2 cuya compra está negociando con particulares, y parece que las conversaciones van por buen camino, permitirá, tras la declaración de interés general, ubicar la deixalleria y naves para guardar los vehículos del servicio de recogida de basuras y limpieza de playas. La UA 7/2 tiene una superficie total de 82.352m2 de los que 73.569m2 serán suelo industrial y 8.783m2 se destinarán a viales; por lo que a la UA 7/1 se refiere, la superficie total es de 21.651m2 de los que 2.635m2 serán viales y 19.016m2 suelo industrial.
Todo ello debe ser, según Jaume Ferrer y Bartomeu Escandell, un incentivo para que las empresas que no están en la zona, en especial aquellas radicadas en diseminado, poco a poco vayan apostando por concentrar la productividad en el polígono, desplazando sus empresas a dicho lugar, al tiempo que las nuevas empresas que quieran instalarse en la isla lo podrán hacer en condiciones «aglutinando una industria que tenemos dispersa -dijo Escandell-, y al mismo tiempo poder responder a la gran demanda existente en Formentera de suelo industrial de empresas que operan en diseminado y quieren ir a la zona industrial».