Wilson Adrián Cueva es sólo un niño y ya conoce el secreto de la buena vida. Le ha costado recorrer 17 comunidades autónomas, las ciudades Ceuta y Melilla e ir tomando decisiones continuamente hasta lograr descubrirlo. Lo hizo a través de un juego de ordenador patrocinado por el Plan Nacional sobre Drogas y dirigido a los alumnos de 5º y 6º curso de primaria de todo el país.
Jilson es de origen ecuatoriano, alumno del colegio Sa Bodega y ha ganado este concurso en el que han participado 3.200 niños de todo Balears, de los cuáles 1.500 son pitiusos. El premio es un viaje a Madrid para él y su familia y su nuevo desafío, representar a las Islas en el certamen nacional que contará con niños de todas las comunidades, que competirán por el próximo premio que consiste en un viaje a Eurodisney.
Por lo pronto, Jilson recibió ayer su reconocimiento en la sede del Consell Insular, en un acto que contó con la presencia de sus compañeros y directora, Margalida Guasch, la coordinadora autonómica de Drogodependències, Elena Tejera y la consellera de Política Social, Patricia Abascal. «El objetivo de este juego es la prevención. En la vida hay que decidir y elegir cuales van a ser nuestras acciones por eso es importante que algunas conductas no se empiecen nunca», les explicó Patricia Abascal a Jilson y sus compañeros de clase, sobre la finalidad de este juego: prevenir que los niños, en algún momento de su vida, comiencen con los hábitos del tabaco y el alcohol, consideradas como drogas de inicio. «El juego consistía en conseguir claves, objetos y un montón de cosas», explicó Jilson que se apuntó a la prueba porque le gusta entretenerse con juegos de ornador. «Y mientras tanto tenían que hacer pruebas sobre drogas, tabaco y alcohol que le permitían conseguir cuatro partes del mapa. Jilson consiguió las cuatro y llegó al final del juego», agregó la directora del colegio.
En este viaje que le ha llevado a descubrir el secreto de la buena vida también hay puntuaciones: llamar por el móvil a los padres para decir cómo está suma puntos mientras que hacerlo para que le recarguen el saldo resta. Además, deben mantener en equilibrio tres barras: la bio (salud física), la psico (estado anímico) y la social (relaciones sociales y aceptación de las normas).
Jilson lo logró y ahora sabe cuál es el secreto: estar informado para que cuando llegue el momento sepa decir no a las drogas. lL. Aversa