Desde la máxima institución insular consideran que este tipo de instalaciones pueden tener impactos importantes en el movimiento de las aves costeras, migratorias y en especies autóctonas como el virot. También expresan su preocupación por los efectos que pueden tener sobre el paisaje y alertan sobre las emisiones sonoras producidas por el movimiento de las aspas, que podría afectar al turismo que busca quietud y calma en la isla. Por eso desaconsejan su instalación en zonas protegidas y en el resto piden una distancia mínima de cinco millas.
Gran parte de la costa del norte de la isla está calificada por el Ministerio como zona con condicionantes ambientales, lo que quiere decir que la instalación de aerogeneradores deberá ser analizada en la fase posterior de diseño del proyecto. También hay zonas aptas (áreas más adecuadas para instalar parques marinos) que afectan al norte de Sant Antoni y al municipio de Sant Joan.
Es Amunts
El Consell considera que si se instalan parques eólicos marinos en la costa de es Amunts se pueden producir «impactos severos» por la gran presencia de especies de aves costeras, además de la pérdida importante del potencial visual del área. Lo mismo ocurre con zonas como el islote de Tagomago o la franja de litoral que va de cala Mastella a la cala Sant Vicent, donde además hay una «directa proximidad a núcleos turísticos y zonas residenciales», tal y como especifica el informe del Consell, que recuerda en este tramo de litoral hay una importante presencia de la pardela balear (virot).
Especialmente importante para esta especie es también la zona del sur de Formentera, donde está prevista la instalación de estructuras eólicas de forma condicionada. En este caso, desde el Consell consideran que se puede perjudicar «de forma severa» el mantenimiento de las colonias de cría más importantes del mundo de esta especie.
En la costa de poniente, la máxima institución insular desaconseja asimismo la instalación de parques eólicos desde Cap Llentrisca a Cap Nonó y en la bahía de Sant Antoni se propone eliminar la posibilidad por su cercanía a importantes núcleos urbanos y por la «directa afección socioeconómica». En la zona norte de Sant Antoni, se considera «grave» la afección que pueden causar estos molinos por la avifauna y también por la inmediata cercanía de núcleos turísticos y residenciales.
Después hay una serie de zonas que no se encuentran en espacios protegidos pero que tienen «importantes valores ambientales», que podrían verse afectadas porque «el principal sector económico» de la isla es el turismo. En estos casos, y también en el de los islotes de levante, el Consell cree «totalmente necesario» colocar los parques eólicos a una distancia mínima de cinco millas para minimizar los impactos sobre la economía.
También el Govern y el Ayuntamiento de Sant Antoni se han pronunciado contra estas instalaciones.