El conseller de Mobilitat, Albert Prats, rechazó ayer que los afectados por las obras del último tramo de la carretera al aeropuerto no cuenten con la suficiente información. Según Prats, llevan reuniéndose con los expropiados varias semanas e incluso han enseñado a los empresarios de las naves los proyectos antes de que salieran a exposición pública. «Llevo ya unas siete visitas a la zona y también el director general d'Obres Públiques y el alcalde de Sant Josep han estado aquí», explicó el conseller, que indicó que ayer mismo estuvo allí por la mañana para comprobar la marcha de los trabajos.
Fruto de estas visitas, el conseller ha recibido quejas sobre cómo quedará una de las rotondas proyectadas, la que se situará a la altura de los viveros Garden Center. Tal y como está ahora mismo en los planos, esta glorieta quedaría justo delante de la puerta de acceso de dos naves, una de la cual trabaja con camiones articulados, lo que representaría un problama. «Probablemente se tendrá que desplazar un poco hacia adelante en el eje de la carretera o reducirla un poco», explicó Prats, que indicó que los dueños de los negocios ya sabían que el proyecto iba a salir así a exposición pública por falta de tiempo, pero que se modificará a través de las alegaciones. De hecho, el miércoles el propio Prats y el director general d'Obres Públiques harán una visita sobre el terreno para ver cómo se encaja esta glorieta.
Parking
Otra de las cuestiones más polémicas y que también se intentará arreglar es la falta de aparcamiento con la que se encontrarán las naves de la zona, ya que por allí pasará un vial de servicio. Según el conseller, actualmente este vial ya existe «aunque no esté dibujado y sea un poco caótico», ya que los vehículos ya circulan por allí «entre los coches aparcados». Ahora lo que se intentará negociar es que la franja verde que se preveía ajardinar en el proyecto y que quedaba entre el vial de servicio que sale de Can Fonoll y que irá a parar a las naves también albergue en algunos puntos aparcamientos en batería.
Todos estos problemas, que han surgido al ver la traducción del proyecto al terreno, se intentarán arreglar durante el proceso de alegaciones, según Prats, que negó que se esté entrando en las fincas sin permiso. Únicamente se está trabajando en las zonas ya previstas en el proyecto inicial para detectar a tiempo los posibles hallazgos arqueológicos y «poder estudiarlos para no retrasar las obras». De hecho, ya se están estudiando las zanjas de época romana que han aparecido. «No se pasará por encima sin documentarlas y cuantas más facilidades se dé a los arqueólogos más rápido se irá porque el patrimonio es sagrado», explicó Prats, que indicó que luego será la comisión de patrimonio la que diga si hay que conservarlas, aunque normalmente únicamente se suelen documentar. En este sentido, quiso tranquilizar a la opinión pública porque «no se está pasando por encima de nadie».
Por otro lado, el gerente de la nave Grupauto Pitiusas, José Pavón, quiso ayer aclarar que sí que ha recibido abundante información sobre los planes de remodelación de la carretera. También indicó que no sale en la lista de expropiados pese a que sí que le quitan un trozo porque ha habido «un error de forma» que ya ha podido aclarar con la Administración. «Me han explicado que los metros que nos afectan a nosotros se le han atribuido a un vecino por error», explicó Pavón, que indicó que está descontento con la expropiación en sí pero sin embargo está «satisfecho» con las formas que han mostrado tanto el alcalde de Sant Josep como el conseller Albert Prats.
Afectados
«No puedo estar contento porque me quitan el aparcamiento pero también me dicen que intentarán remodelar el proyecto para dejar algunas plazas; esa es la intención de los políticos y esperemos que lo cumplan», explicó este empresario, que indicó que en general el ambiente entre los responsables de los negocios de la zona «no es bueno» porque no es del agrado de nadie que haya expropiaciones, aunque indicó que al menos no hay incertidumbre como ocurría en la anterior legislatura. «Ahora lo que queremos es que terminen cuanto antes», explicó este afectado, que matizó que pese a que haya 14 expropiados hay muchísimos más afectados. «Somos 18 empresas con muchos empleados y alrededor de 40 vecinos», expresó Pavón, que confió en que la zona quede arreglada y «bonita».
El conseller indicó que los errores que aparecen en la lista de expropiados se arreglarán. «No sabía nada de estos fallos y simplemente hay que enmendarlos y no volver a persistir en el error o actuar con prepotencia», expresó Prats, que aseguró que no se actuará «hasta que no esté todo claro». En la lista de expropiados aparecen fincas a nombre de personas ya fallecidas o que han vendido sus terrenos.