El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) recordó ayer que la «total protección» de Benirràs es un objetivo «mínimo irrenunciable» dentro de la próxima aprobación de la ley de medidas urgentes del territorio. «De lo contrario, esta ley será papel mojado y los políticos que la aprueben habrán cometido un acto de traición a sus promesas y a la obligación que tienen hacia la preservación del territorio», explicaron los ecologistas, que indicaron que otros lugares de Eivissa, pero «especialmente Benirràs», deben quedar definitivamente protegidos para que no se pueda edificar «ni una sola construcción más».
Esta petición del GEN llega después de que el presidente del Consell, Xico Tarrés, se sentara a negociar esta semana con una veintena de propietarios de Benirràs. Tarrés les ofreció mantener las licencias ya concedidas y algunas más pero reubicándolas en el lugar menos impactante de este espacio. Pese a todo, todavía no hay acuerdo.
El GEN, sin embargo, opina que no se deberían poder ejecutar estas licencias concedidas por Sant Joan «con la innoble finalidad de esquivar la protección de este espacio». «Aceptar y premiar esta forma de actuar es absolutamente inadmisible y comporta un precedente que no se puede permitir». Los ecologistas consideran «aberrante» la posibilidad de «cambiar el hormigón de lugar». Además, piensan que se está actuando de forma «cobarde» y discriminando a Eivissa, porque sólo aquí se contempla reubicar las urbanizaciones.
Nuevo retraso
Pese a que en principio se pensaba que la semana que viene sería clave para conocer el contenido final de la ley del territorio, finalmente todo se retrasará unos días más. Por lo pronto, este miércoles no se celebrará la comisión previa al pleno en el que se aprobará la normativa, que en un principio preveía la preservación de Roca Llisa y Benirràs, aunque la delimitación inicial podría sufrir cambios. «Por lo menos quedan tres semanas para que se apruebe», explicó el diputado socialista Joan Boned, que indicó que todavía hay que negociar con el PP cómo quedarán finalmente los espacios. Los populares piden que se apliquen los mismos criterios para Benirràs y Roca Llisa, pero Boned cree que no todos los casos son iguales. De todas formas, espera que la aprobación no se retrase para no «marear la perdiz» durante un mes.
El socialista Joan Boned explicó que lo primero que hay que hacer es adoptar una postura conjunta entre los grupos que apoyan al Govern. «A veces hay tira y afloja», reconoció el diputado, que indicó que las disensiones con la ley de la vivienda pueden hacer revisar esta otra norma. «Ha habido protestas en Mallorca que acaban salpicando a Eivissa», explicó Boned, que no quiso concretar más. Aunque en un principio se plasmaba la protección total de Benirràs y Roca Llisa, últimamente se ha planteado la posibilidad de dejar fuera alguna urbanización ejecutada de Roca Llisa y las licencias ya concedidas en Benirràs, además de «algunas más», reubicándolas en el lugar menos impactante del espacio. Todo ello cambia de forma significativa el panorama inicial, sobre lo que también deberá pronunciarse ExC. Otro de los puntos calientes es ses Variades, porque existen múltiples interpretaciones jurídicas sobre si la ley lo convierte en rústico. «Tendremos que hablar con el Consell para saber qué criterio sigue», dijo Boned, que buscará acuerdo también con el PP, cuya participación es clave para cambiar la situación de Benirràs o Roca Llisa.