A esta «historia deplorable», como la califica la concejala de Política Social de Sant Josep, Pilar Ferrero, todavía no le toca su turno con la justicia.
El juicio penal por maltrato a animales contra el propietario de los podencos de es Cubells, Bartomeu Marí Sendic, fue aplazado hasta el mes de abril debido a que las partes denunciantes, el Ayuntamiento de Sant Josep y varias protectoras de animales, pidieron al Juzgado de Eivissa que se le realice un peritaje psiquiátrico.
Esta prueba podría ser de mucha utilidad para reforzar la postura de la acusación y de la fiscalía que piden pena de cárcel para el propietario de la jauría, que durante más de veinte años ha tenido en estado de abandono a sus perros y que ha insistido en quedárselos a costa de pagar multas y sacarlos del Centro de Protección de Animales. «Todos los expedientes que se le han abierto y todas las sanciones que se le impusieron no han servido para detener el maltrato animal. Ha pagado multas y ha sacado a los animales de la perrera abonando las tasas que correspondían. Esperemos que con la celebración del juicio termine esta pesadilla», expresó la concejala Ferrero, quien destacó que el maltrato que propicia Sendic a sus animales desde hace más de dos décadas «es inhumano» y es también «una preocupación constante» para su concejalía. «Es un caso que acumula dos cajas de expedientes en el Ayuntamiento, llena de denuncias y de sanciones», agregó la concejala.
En lo que se refiere a la causa judicial, el Consistorio se personó como acusación particular contra el propietario de los podencos en abril de 2007, cuando la situación de la jauría era tan extrema que el Juzgado ordenó una redada para quitarle los podencos, que alcanzaban el centenar. Aún así, el propietario, en su afán de mantener su jauría, huyó con los cachorros e intentó desperdigar al resto de los perros por el bosque para que no fueran capturados por los agentes de protección a la naturaleza de la Guardia Civil y de la Policía Local que llevaron a cabo el dispositivo.
Según Ferrero, la situación en la actualidad «es un poco más benevolente», según los partes diarios que la Policía Local le remite sobre este tema en concreto. «Por lo menos la situación de perros sueltos con peligro de accidentes en la carretera no se está dando ahora», apuntó la edil, que, aunque reconoce que no es un caso fácil porque no hay muchos precedentes de jurisprudencia sobre maltrato animal, tiene la esperanza de ganar el juicio.
Los e-mails pidiendo que se ponga fin a la situación de los podencos de es Cubells llegan diariamente y desde distintas partes del país y del mundo tanto a los medios de comunicación como a las instituciones públicas. «Esperamos que se ponga fin a esta situación que ya dura demasiados años, y que el responsable de esta barbaridad sea condenado por la ley y que las autoridades se impliquen de forma efectiva para solucionar este desastre», expresan los correos electrónicos que muestran imágenes de podencos esqueléticos y enfermos. Los correos expresan también la intención de llevar a cabo «una nueva acción de salvamento».