GUILLERMO ROMANÍ
Las concesiones temporales para la explotación de servicios en las playas de Formentera saldrán en breve a concurso público una vez que, tras más de medio año, la Demarcación de Costas de Balears haya respondido a las peticiones efectuadas por el Consell de Formentera a finales de agosto pasado.
«Gracias a Dios -dijo la consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur-, por fin hemos recibido la autorización de Costas lo cual es un poco frustrante porque han sido necesarios más de seis meses ya que la solicitamos el 18 de agosto del pasado año». En consecuencia el Consell está trabajando a toda velocidad para sacar el pliego del concurso de concesiones temporales, por un plazo de cuatro años por lo que a Formentera respecta, y no será la primera vez que lo hace, aunque Costas revisa anualmente las concesiones que otorga; se trata de un proceso administrativo laborioso pero que los concesionarios se conocen al dedillo y cuya resolución probablemente se hará pública durante la segunda quincena de marzo pese a que el Consell quería agilizar los plazos para que las concesiones no se adjudicaran con el principio de la temporada turística encima.
Los cambios
«Las modificaciones más relevantes vienen determinadas -explicó la consellera- por el hecho de que se han reducido algunas concesiones al comprobarse que en los lotes que se subastaban año tras año, había personas que solicitaban kioscos, hamacas, escuelas de vela u otros elementos que reiteradamente, pese a haber sido concedidos, no se instalaban, lo cual es absurdo por lo que hicimos una descripción de lo que se pedía y se instalaba y de lo que se pedía, concedía y no se instalaba. Por eso en algunas playas se han hecho reducciones moderadas de hamacas que obedecen a un reajuste en función de la capacidad de carga y a las necesidades reales de las playas en función de su utilización». Eso afectará en cierta medida a es Pujols y a Cala Saona.
Por otra parte, los dos kioscos de la playa de Migjorn que el pasado año no pudieron abrir, dos kioscos de turismo italiano de nombres Bianco y Giallo, no se abrirán porque ni tan siquiera lo han solicitados y no hay expectativas de que nadie lo haga, según informaron al Consell desde la Conselleria de Medi Ambient, a la vez responsable de Litoral.
También está prevista una reunión con los concesionarios de kioscos que se han arriesgado a abrir este invierno, seis de los nueve existentes, y «se mirará de tener en cuenta que quienes obtengan la adjudicación tengan la posibilidad de volver a tener abierto en invierno si les interesa». Sin embargo, tras reconocer que se había solicitado a Costas la ampliaciónd e la zona de sombra de los kioscos, la consellera señaló que «la Demarcación de Costas es muy clara en este sentido y aunque la voluntad del Consell y de los interesados, tanto kiosqueros como clientes, es de más sombra, por desgracia las posibilidades reales son otras aunque seguimos a la expectativa».
El tamaño de los kioscos autorizados es de únicamente 20 metros cuadrados, a todas luces insuficiente en Formentera por el volumen de turistas que acuden a los mismos y además los sombrajos, voladizos o parasoles que se habían instalado en algunos de ellos, Costas los ha hecho retirar de forma sistemática pese a que desde hace más de una década Formentera solicita una y otra vez la posibilidad de ampliar, como mínimo la zona de sombra para los clientes.