Las ventas de viviendas nuevas se situarán este año en unas 3.000 unidades para toda Balears, tras caer un 60 por ciento en el periodo 2007 a 2009, por lo que cabe hablar de «relativa estabilidad» en el mercado, que ha regresado a los índices de hace más de 15 años, en plena crisis de principios de la década de los 90.
Lejos quedan ya las ventas de 8.000 viviendas al año registradas a mediados de esta década que ahora termina, con unos límites de entre 7.000 unidades de mínima por ejercicio y un máximo de 10.000, que se vieron catapultados por la adquisición de propiedades inmobiliarias por parte de ciudadanos europeos, en un primer momento, y de inmigrantes, después.
En cambio, ahora la venta de viviendas a extranjeros «casi no tiene incidencia» en el mercado, admitió el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears, Gabriel Oliver.