El president del Govern y secretario general del PSIB, Francesc Antich, considera que la dimisión de Munar abre la puerta a un pacto entre todos los partidos, PP y UM incluidos, para elegir la nueva Mesa de la Cámara. Antich fue trasladando ayer su propuesta en diversas conversaciones, y se la comunicó también a Melià, de UM.
El president estaría dispuesto a aceptar que el presidente del Parlament fuera del PP y a que los socialistas votaran a favor siempre y cuando se cumplieran algunas condiciones. Lógicamente, que el próximo president no estuviera imputado en ninguna causa. En este sentido, y según se considera en el partido, cabría intentar dejar la Cámara sin imputados.
Los socialistas saben que el caso Eivissa, Centre y que afecta al presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, está ganado y que, de haberse celebrado el proceso en Mallorca (y no en Eivissa) ya estaría más avanzado. Este diario habló ayer con Xico Tarrés y le pregunto si se había planteado dimitir. Afirmó que él piensa que no, pero que «es posible que le convenga al partido en todo este proceso». Y añadió que «si el partido me lo pide dimitiré». Si Tarrés dimitiera y el pacto interpartidista para la Mesa se concretase, el PP tendría que plantearse si pide la baja de Josep Juan Cardona, ex conseller de Comerç en la época de Jaume Matas, a quien la ex gerente del Consorci Balear de Desenvolupament de les Illes Balears Antònia Ordinas involucra en una trama de enriquecimiento ilícito.
El menorquín Santi Tadeo gana puntos para suceder a Munar
El PP se está planteando que el menorquín Santi Tadeo se convierta en presidente del Parlament en lugar de Pere Rotger, que ya ha reivindicado el cargo de forma pública tras la dimisión de Maria Antònia Munar. Los populares están a la espera de que el sábado se celebre la reunión del grupo parlamentario antes de adoptar cualquier acuerdo sobre el candidato para presidir el PP, a la espera también de que se configure una posible mayoría por parte de la izquierda, aunque para ello harían falta los votos de UM. Por otro lado, el PP teme que si elige a Rotger, que en la actualidad es vicepresidente, se fuerza una segunda votación. Es decir, el pleno debería elegir al presidente y, a la vez, al vicepresidente si finalmente el elegido es Rotger. Este es un riesgo que los populares no están dispuestos a asumir ya que, de la otra forma, sólo haría falta una votación y el PP tiene muchas posibilidades de tener a tres representantes, aunque todo está a expensas de los posibles acuerdos entre todas las formaciones políticas.