El juez del "caso Palma Arena", José Castro, imputa al ex presidente de Baleares Jaume Matas la presunta comisión de doce delitos de corrupción, penados con hasta 64 años de cárcel, según el auto de prisión provisional que ha dictado hoy y al que ha tenido acceso Efe.
En su escrito, en el que establece una fianza de 3 millones de euros para Matas, el juez acusa al ex ministro de Medio de Ambiente de siete delitos de malversación de caudales públicos, un delito de falsedad en documento oficial, otro de prevaricación administrativa, uno de fraude a la Administración, uno de blanqueo de capitales y un delito electoral.
A su cuñado Fernando Areal, que fue gerente del PP balear y al que ha retirado el pasaporte, el juez le acusa de tres delitos: dos de blanqueo y un delito electoral. Estos delitos conllevarían una pena máxima de 15 años de cárcel.
Califica de "disparate" las respuestas de Matas
En el auto, Castro indica que no se puede explicar el incremento del patrimonio de Matas durante la anterior legislatura y le atribuye la propiedad de dos pisos en Madrid y Mallorca que están a nombre de otras personas.
También apunta que con sus ingresos no pudo hacer frente a estas compras, ni tampoco a la adquisición y reforma de un piso en un palacete de Palma.
"Resulta imposible que con los ingresos declarados por la familia Matas-Areal pueda acumularse tal patrimonio y más imposible aún si se hacen compatibles tales adquisiciones con un tren de vida de absoluto derroche y ostentación", indica el juez.
Castro afirma que, si bien "cabía esperar" que Matas ofreciera explicaciones que pudieran "desvirtuar los abrumadores elementos de cargo que pesaban sobre él", finalmente durante sus quince horas de declaración "se invirtió más en formular las preguntas que en el desarrollo de las respuestas, que en su generalidad brillaron por su ausencia".
Es más, considera que algunas de las explicaciones que ha dado Matas suponen una "burla" a su juzgado y a los ciudadanos y, en otros casos, "todo un disparate". "Es claro que el señor Matas ha venido a burlarse de los simples mortales", destaca en el escrito.
Manifestaciones "rayanas a la divinidad"
En cuanto a la construcción del velódromo Palma Arena durante la anterior legislatura, que costó más del doble de lo presupuestado hasta 110 millones, Castro afirma que, lejos de creer al ex presidente cuando dijo que él no controlaba su gestión, "no cabe imaginar" que las "irregularidades" hayan podido tener lugar "sin su mandato en algunos casos y su consentimiento o tolerancia en otros".
Castro recuerda que Matas se desvinculó de estas decisiones alegando que era el presidente de la comunidad y apunta a que el ex mandatario utilizaba en su comparecencia "con mucha frecuencia" la expresión de "¡Hágase!" (a juicio del juez "rayana a la divinidad") para "aludir a la manifestación de su voluntad política".
Respecto a la posible financiación irregular del PP, el auto refiere el pago con fondos públicos de dos facturas por casi 5.000 euros por limpieza y servicios de seguridad del Palma Arena durante un mitin del presidente del PP, Mariano Rajoy, en mayo de 2007.
La investigación sobre el soborno de José Luis Moreno no ha hecho "más que empezar"
Por otro lado, el juez del "caso Palma Arena" afirma en su auto de prisión que la investigación sobre el soborno de 250.000 euros que supuestamente le entregó el conocido productor televisivo José Luis Moreno "no ha hecho más que empezar".
Los fiscales anticorrupción han acusado al ex presidente de Balears de recibir dicho soborno de Moreno durante la gala de inauguración de IB3 "por las adjudicaciones de programas y decorados por el órgano de contratación de IB3 a mercantiles vinculadas" al productor.
En su escrito, el magistrado reconoce que no existe ninguna prueba de tal entrega, "por lo que habrá de estarse a lo que arroje esa investigación que, en tanto judicializada, no ha hecho más que empezar".
El juez recuerda que en febrero asumió la competencia sobre unas diligencias informativas que la fiscalía inició en torno a supuestas irregularidades denunciadas en la adjudicación de determinados encargos en IB3 en favor de empresas vinculadas a Moreno y "cómo éste entregó al presidente del Govern en el curso de la gala de inauguración del ente televisivo un sobre con 250.000 euros como anticipo de una cantidad superior".
El magistrado reconoce que el denunciante de estos hechos, Luis Velasco Ortiz, no pudo ratificar en el juzgado su denuncia, "quizá por la premura de su citación y encontrarse en Sudamérica", aunque ya se había ratificado ante la Fiscalía Anticorrupción.
Por ello, afirma, "salvo la manifestación del denunciante, ningún dato objetivo existe sobre tal entrega, pero tan cierto como esto es también que las irregularidades denunciadas relativas a adjudicación de programas y encargo de decorados tienen visos de ser ciertas".
Y ello porque estas irregularidades han sido "corroboradas en la Fiscalía por personas vinculadas a IB3 cuando supuestamente se produjeron".
Es por ello que, abogó, «habrá de estarse a lo que arroje esta investigación que, en tanto judicializada, no ha hecho más que empezar», incidió el magistrado.
En relación a Velasco, se trata de una de las personas que testificaron ante el Ministerio Público en el marco de estas diligencias que, bajo el nombre de Operación Cámara, fueron abiertas a finales de 2008 y constituyen ahora una pieza separada del caso Palma Arena. El pasado 5 de marzo fue citado a declarar ante el juez aunque «quizá por la premura de su citación y encontrarse en Sudamérica no pudo ratificar su denuncia», señala el juez en el auto.
En su declaración, el denunciante aseguró haber sido testigo del pago de un presunto soborno por parte de Moreno al ex jefe del ejecutivo balear durante la gala de IB3 como contraprestación por algún favor realizado, en lo que se convirtió en una de las principales líneas de investigación dentro de las diligencias informativas que la fiscalía remitió posteriormente al juzgado, para que éste prosiguiese con las pesquisas.
Por su parte, Moreno negó el pasado domingo haber entregado 250.000 euros al ex presidente y aseguró que su relación con el ex líder del PP es «inexistente». En declaraciones a la cadena SER y recogidas por Europa Press, el empresario consideró «absurdo» «darle crédito a un soborno de un presidente autonómico, para una televisión tan pequeña, y en una gala de presentación con miles de personas delante».
El piso de Madrid
«Es absurda la explicación de la cesión a Reus por una falta de recursos económicos derivada de cuando sale elegido presidente y se le desbaratan sus proyectos de apartarse de la política. Mal se entiende que siguiera en ella. De ser así, no se entiende por qué no demoró la reserva del piso hasta que se clarificara su futuro político».
El alquiler de Reus
«Son kafkianas las reuniones con Reus para que éste se hiciera cargo del piso a espaldas de su mujer, como también sorprende el contrato de alquiler de diez años redactado por el siempre presente Fernando Areal, cuya cláusula de revisión de renta nunca fue aplicada con el peregrino argumento de el señor Matas pagaba el IBI del piso de Madrid. (...) La afirmación hecha por Reus sobre que la señora Areal estaba apenada por no haber podido llegar a ser propietaria, permitiéndole por ello asistir a las juntas y contratar trasteros es una burla a este juzgado y a los ciudadanos y no se entiende cómo se le ha podido ocurrir argumentar de esa manera. Seguridad absoluta. El piso de Madrid es de la familia Matas-Areal».
La contratación de los arquitectos
Matas negó haber llamado a los arquitectos del Palma Arena, algo que los García Ruíz aseguraron. «Dice que los conoce como conoce a otros muchos arquitectos y cuando se le pregunta si asistió a la boda del hijo de uno de ellos le resta importancia para decir que al cabo del año va a muchísimas bodas por su cargo, quizá sea por ello que le queda poco tiempo para controlar el gasto público».
Los pagos a Antonio Alemany
«Sobre su relación con Antonio Alemany reconoce que le hacía o le redactaba los discurso y se baraja tal disyuntiva porque el señor Matas introduce de nuevo la finura semántica tratando de entronizar la solución de la cuestión en la diferencia entre hacer y redactar discursos».