La Fiscalía de Eivissa ha iniciado de oficio la investigación sobre la licencia que otorgó el Ayuntamiento de Sant Josep a una casa de más de 800 metros cuadrados en Cala d'Hort en la que se habían construido varios cuerpos diferentes con apariencia de alojamientos turísticos. El Consell obligó al Consistorio en noviembre a anular este permiso, otorgado por los progresistas nada más entrar en el Ayuntamiento, en agosto de 2007. Posteriormente, en febrero de este año, el Ayuntamiento inició la revisión de la licencia tras pedir un informe en el que se constataba que la casa se amplió de forma irregular. La suspensión de este permiso implica la paralización de las obras y el envío de este expediente al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que es el que tiene que determinar la revisión.
Paralelamente, la Fiscalía de Eivissa ha considerado pertinente iniciar una investigación sobre los hechos para ver si pueden ser constitutivos de delito. De hecho, el fiscal ya ha solicitado el expediente completo de los 'bungalows' para estudiar las irregularidades que se puedan haber cometido. Hay que tener en cuenta que la licencia se aprobó con todos los informes favorables.
Documentos falsos
En su día, el concejal de Urbanismo, Josep Antoni Prats, explicó que otorgaron una licencia para reforma y ampliación de una casa existente. El problema es que la documentación que aportaron los promotores para conseguir el permiso no era correcta, ya que cartografiaban una vivienda que no existía como tal, sino que era una païssa en estado ruinoso. Los promotores también habían presentado errores en los cómputos para no superar el volumen máximo de 1.500 metros cúbicos.
El GEN denunció la situación, lo que motivó una inspección y la paralización de las obras. Posteriormente, el Consell les obligó a anular la licencia, un trámite que ya se ha comenzado.
El permiso se concedió en agosto de 2007 por parte del equipo de gobierno progresista con informes técnicos y jurídicos favorables. Se construyeron 600 metros cuadrados más de los permitidos en siete bloques diferentes, además de una piscina de 100 metros cuadrados, todo ello en espacio protegido. Cada uno de los bloques tiene dormitorio y cuarto de baño, por lo que desde el Consell siempre han dicho que parece un alojamiento turístico encubierto.
El Ayuntamiento concedió una licencia de ampliación y reforma, por lo que ahora los promotores pueden reclamar una indemnización. Sin embargo, desde el Consistorio se entiende que los impulsores de la obra presentaron documentación falsa, por lo que también tienen parte de responsabilidad.
En Santa Eulària se presentó un proyecto idéntico al de Sant Josep
Cuando el Consell instó a Sant Josep a anular la licencia de Cala d'Hort también consideró ilegal otro proyecto presentado por el mismo arquitecto para Santa Eulària. En este municipio los promotores eran distintos aunque el arquitecto era el mismo (Francisco Negre Rigol). El proyecto era idéntico, pero ni siquiera fue admitido a trámite por el Consell y venía con informe negativo del Ayuntamiento.