Los sindicatos UGT y CCOO se manifestarán el próximo 1 de Mayo en Palma, Maó y Eivissa, bajo el lema 'Por la ocupación con derechos y la garantía de nuestras pensiones', con el fin de clamar por el empleo en un momento en el que la tasa de paro podría elevarse hasta el 22,41 por ciento en las islas durante el primer trimestre de este año, según publicó por error esta semana el Instituto Nacional de Estadística.
En una rueda de prensa, los secretarios generales de UGT y CCOO en Balears descartaron la posibilidad de que sus sindicatos convoquen una huelga general en España, debido a que «aunque fuese un éxito, no va a crear ni un solo puesto de trabajo».
En este sentido, Vicens recordó que las tres huelgas generales que se han convocado en los últimos años (dos con el Gobierno de Felipez González y una con el de José María Aznar) no fueron por las cifras del paro, sino por reformas de la normativa laboral o «decretazos que recortaban derechos a los trabajadores».
Así, dijo que una huelga general debe perseguir un objetivo que sea «realmente factible». En este sentido, Bravo señaló que convocar una huelga general en España en un contexto de crisis económica a nivel europeo, sería lo mismo que intentar «curar un cáncer de pulmón con una aspirina».
El secretario general de UGT admitió que el capitalismo ha «derrotado» a los sindicatos, que están a la «defensiva», debido a que el capital «nos ha sodomizado» a través de los bancos y los grupos financieros, a los que tachó de «auténticos pirañas y sinvergüenzas».
Ante este panorama, expresó sus «dudas» de que «seamos capaces de aprender la lección» de lo que está sucediendo, ya que «están ganando las tesis del capitalismo, frente a la lucha que hemos mantenido para que hubiera una sociedad más justa y de valores en la que hubiese un mejor reparto de la riqueza basada en una economía productiva y no especulativo».
Además, Bravo censuró que «no hay política de izquierdas alternativas, ya que los partidos socialdemócratas y los conservadores no luchan por el espacio del centro, sino por la derecha», hasta el punto de que en Europa «salen cada vez formaciones más de derechas, neonazis, racistas y xenófobas, debido a una pérdida de valores, al hilo de la crisis».
En este contexto enmarcó la propuesta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de ampliar la edad de jubilación hasta los 67 años y la reforma laboral que pretende llevar a cabo, que «no hay por donde agarrarla». «Habría que mandar las urnas a tomar por saco y subirnos al monte a hacer la revolución», zanjó.