La empresa Endesa, adjudicataria de las obras del gasoducto que conecta la Península con Ibiza, operadora de su explotación y transportista del gas anunció esta mañana en la isla que la construcción de esta infraestructura energética estará lista en septiembre.
La sede de la máxima institución ibicenca acogió esta mañana un acto, al que acudieron la consellera balear de Comercio, Industria y Energía, Francesca Vives, su homólogo en Aragón, Arturo Aliaga, el conseller insular de Desarrollo Empresarial, Joan Serra Mayans, el director general de Energía del Govern, Josep María Rigo, el director general de Endesa en las Islas, Andreu Rotger, y el director de Endesa Gas, Fernando Cortina.
En el acto informaron de que ya han finalizado las obras de instalación de los tubos de todo el trazado del gasoducto y que, en el mes de septiembre acabará la construcción de las estaciones de regulación, que dará por concluidos los trabajos de esta obra de ingeniería.
El gasoducto se adentra en el Mediterráneo desde Alicante y llega a Ibiza a través de la playa de cala Gració, punto desde el que continúa bajo tierra, siguiendo el curso de la carretera de Sant Antoni, hasta llegar a las inmediaciones de la central eléctrica de Gesa, en el municipio de Vila.
Esta infraestructura gasística incluye cinco posiciones; tres de ellas de posicionamiento y dos más de seccionamiento, derivación y medida. Una de ellas se emplaza en Sant Antoni de Portmany y la otra en la ciudad de Ibiza. Desde estas estaciones se alimentarán las redes de distribución de gas de Ibiza y la Villa de Portmany, así como la central de Gesa.
Esta obra de ingeniería, que se comenzó a construir a finales de 2009, está diseñada para una presión de servicio de 80 atmósferas y vehiculará un caudal de más de 520.000 metros cúbicos por hora. Tiene una longitud total de 17.730 kilómetros de cañerías de diez pulgadas (254 milímetros).
Los tubos están fabricados en acero de carbono soldado por resistencia eléctrica de alta frecuencia, mientras que su espesor es de 11,1 milímetros. Las cañerías, además, cuentan con una protección adicional, con un revestimiento de polietileno.
Para su construcción se emplearon más de 865 toneladas de acero y soldaron 15.000 pulgadas. En las obras han participado más de 20 empresas y más de 200 trabajadores, y la inversión total necesaria para su construcción superará los 15,2 millones de euros.