Los cuatro acusados de la contaminación de alrededor de 20 pozos de Santa Gertrudis, en Ibiza, negaron hoy en el juicio haber tenido responsabilidad en lo ocurrido.
La Fiscalía pide una pena de cuatro años de prisión por un delito contra los recursos naturales para la encargada, la apoderada y el administrador de la empresa propietaria de la gasolinera de donde manaron los hidrocarburos que contaminaron los acuíferos.
La encargada de este negocio reconoció que uno de los tanques se rompió, lo que provocó que unos 2.000 litros de carburante contaminaran los pozos colindantes. Sin embargo, dijo no conocer la procedencia del resto de combustible, alrededor de 35.000 litros, extraídos por el Govern balear en las tareas de limpieza.
El suceso tuvo lugar hace siete años, cuando vecinos de la zona denunciaron la contaminación de sus pozos. Desde entonces, y pese a que continuó funcionando después de que denunciaran el escape, la estación de servicio permanece cerrada y abandonada.
La Conselleria de Medio Ambiente ya ha gastado dos millones de euros en las tareas de descontaminación del acuífero.