El Ayuntamiento de Sant Antoni ha formalizado un acuerdo con la propiedad privada que impedía el acceso a Cala Saladeta, para crear un paso de servidumbre con el objetivo de permitir a los bañistas que puedan acceder a la playa sin riesgos.
El Consistorio concluye así un conflicto que comenzó en el año 2001, después de que la propiedad privada cerrara con una valla metálica el acceso, provocando que los turistas tuvieran que llegar a Cala Saladeta, bien por un área rocosa, o bien por un acantilado; dos opciones que sólo comportaban riesgos. De hecho, desde Sant Antoni recordaron que en este lugar «se han producido los accidentes más graves de las playas del municipio en las últimas temporadas».
Asimismo, cabe recordar que el conflicto con la propiedad privada llevó al Consistorio a cursar cinco denuncias desde 2001, tanto en el Juzgado de Eivissa como en la Demarcación de Costas de Balears.
El acuerdo
Según informaron desde Sant Antoni, el acuerdo para crear el acceso público fue aprobado en Junta de Gobierno y cuenta con el apoyo de la Demarcación de Costas.
En este sentido, la propiedad privada ya ha iniciado los trabajos que consisten en el retroceso de la delimitación de su acceso principal. De esta forma, se logrará una cesión de dos metros de terreno por donde discurrirá el camino a lo largo del límite de la parcela privada hasta la playa. En esta línea, el Consistorio informó ayer que las obras se harán «minimizando cualquier impacto ambiental y visual utilizando maderas y materiales que se integren perfectamente con el entorno natural de la cala».
Por último, el Ayuntamiento remarcó que este nuevo acceso facilitará la actuación de los servicios de emergencia en caso de accidentes en la playa.
Trasvase de arena de entre ambas calas
Sant Antoni recordó ayer que Cala Salada ha experimentado un progresivo y constante desplazamiento de arena hacia Cala Saladeta, un fenómeno que ocurre de forma natural a causa de la dinámica del litoral existentes entre estas calas, pero que se ha visto acelerado a causa de los últimos temporales. Por ello, el Consistorio ha solicitado la Autorización a la Demarcación de Costas, para proceder al trasvase de arena entre ambas calas, basándose en un estudio sobre la capacidad de transporte del litoral y que detalla la pérdida de áridos que sufre Cala Salada y la acumulación de los mismos que recibe Cala Saladeta. En este sentido, a través del estudio se puede cuantificar la cantidad necesaria de arena que se podría desplazar. En la imagen, un gráfico que ilustra la pérdida de arena de Cala Salada.