El presidente de Ports de les Illes Balears, Jaume Carbonero y el alcalde de Sant Antoni, José Sala, anunciaron ayer el proyecto de futuro de derribar las oficinas portuarias y la Cofradía de Pescadores para ampliar el Passeig de ses Fonts.
El también conseller de Obres Públiques indicó que se ha encargado a un arquitecto el estudio de la Estación Marítima para trasladar allí las oficinas portuarias y recordó la intención de buscar una nueva ubicación para la Cofradía de Pescadores para que quede integrada en el puerto. Una vez realizados ambos traslados, Ports prevé demoler el edificio de las oficinas y la cofradía para «esponjar» la fachada urbana. En este sentido, aunque indicó que la idea no «está formalizada», la intención es «hacer un paseo de continuidad» entre el Passeig de ses Fonts, el Ayuntamiento y la Estación Marítima. «Es una idea fuerza que tiene unos componentes que permitirán mejorar mucho las condiciones urbanas al borde del litoral del puerto de Sant Antoni», destacó Carbonero.
Por su parte, el alcalde José Sala, indicó que derribar el edificio para que sea «la continuación del paseo» es también la intención del Consistorio.
Así lo aseguraron ayer durante la firma del convenio que rubrica la cesión provisional del paseo para que sea gestionado por el Ayuntamiento, que actualmente es de titularidad de Ports de Balears, aunque en parte fue construido por el Consistorio y allí se prestan toda clase de servicios municipales, sobre todo, enfocados al ocio. La rúbrica de ayer es la base para la cesión definitiva tras la tramitación del expediente.
Cabe recordar que la cesión es una reivindicación municipal que había sido «pacífica» desde los años 80 entre el Consistorio y el Govern, pero que tuvo una crisis durante el reciente mandato de Unió Mallorquina al frente de Ports, que «quiso intervenir en la gestión» cuando Sant Antoni «había construido parte del paseo, lo gestionaba y se hacía cargo de sus gastos desde hace mucho tiempo», recordó Sala. Por ello, Sala agradeció a Carbonero su predisposición para «zanjar la cuestión y dejarla resuelta».
Una colaboración «normal» entre ambas instituciones
Sala destacó que el cambio de gestión de Ports a manos del PSOE tras la salida de UM supone «un cambio de predisposición y voluntad» que agradece. Por su parte, Carbonero explicó se están «poniendo en orden una serie de cuestiones que dificultaban la normal colaboración que tiene que existir siempre entre instituciones».