La evaluación ambiental estratégica del nuevo Plan Territorial d'Eivissa (PTE) revela que existen cinco masas de agua subterránea en riesgo de no cumplir algunos de los objetivos medioambientales de la Directiva Marc de l'Aigua de Balears. Se trata de las extensiones de agua que hay debajo de Santa Agnès, en el Pla de Sant Antoni, en Cala Llonga, Cala Tarida y Santa Gertrudis. En este último acuífero hay problemas desde hace años por contaminación de hidrocarburos.
De las once restantes, hay siete cuyo riesgo está en estudio porque no existen datos suficientes para determinarlo y sólo tres están libres de peligro. Las principales amenazas de los sistemas de acuíferos son la contaminación de fuentes, las captaciones significativas de agua y las recargas superficiales. A partir de la identificación de estas presiones y el análisis del impacto se determina una categoría de riesgo u otra.
Salinización
Otro de los problemas que sufren las aguas subterráneas, según la evaluación ambiental, está relacionado con la «importante explotación de los recursos durante los últimos años, que ha generado fenómenos de intrusión marina en gran parte del litoral de Eivissa». La salinización afecta en mayor o menos grado a las masas subterráneas de Santa Agnès, del Pla de Sant Antoni, Cala Llonga, Cala Tarida, Jesús y Serra Grossa.
El PTE remarca que la intrusión marina de los acuíferos es importante en el caso de Serra Grossa y Jesús. En el caso de Cala Llonga sólo existe en el suroeste de la masa y en el resto es un fenómeno incipiente.
En el conjunto de Balears se han identificado 90 masas de agua, de las que 16 están en Eivissa. Las más importantes son las de Cala Tarida, con 53 km2; la de Serra Grossa, con 54; y la de Santa Eulària, con 46.
Una de las curiosidades es que en Eivissa hay 60 cursos de agua, todos ellos catalogados como torrentes en cuencas muy pequeñas. De esta forma, no se considera que el de Santa Eulària sea un río, sino que lo deja en la categoría de torrente; eso sí, el de mayor superficie de la Isla, con 94 km2.
Sólo el mapa de ruido de Santa Eulària cumple con la normativa
El PTE indica que el mapa de ruido de Santa Eulària es el único de Eivissa que cumple con la normativa vigente. El de Vila, sin embargo, no respeta exactamente lo que dice la ley y el resto de municipios ni siquiera disponen de este instrumento. Por otro lado, se considera que Sant Antoni cuenta con la ordenanza de ruido más actualizada, seguida de la de Vila.
Según la evaluación ambiental del PTE, el ambiente sonoro de la Isla esté fuertemente determinado por el tráfico rodado. Como fuentes puntuales de ruido cita la central de Gesa, «productora de vibraciones intensas» y las macrodiscotecas de Sant Rafel, Platja d'en Bossa y Vuit d'Agost en Vila.
El Consell está realizando un mapa de ruido de la red viaria y el plan de acción correspondiente.