GEN y Ecologistas en Acción reclamaron ayer la paralización «inmediata» de las obras de dragado del puerto de Eivissa al corroborar, durante el seguimiento que este lunes hicieron a las dos embarcaciones destinadas a realizar el dragado, que el vertido llegó a la Reserva Marina de ses Salines. «La última mancha de vertido estaba a 3,2 millas», apuntó el responsable de Ecologistas en Acción, Jorge Sáez.
Por ello, desde las dos agrupaciones instan a la administración balear a que paralicen las obras del puerto de Eivissa «de forma inmediata». «Nada de lo que aparece en la Declaración de Impacto Ambiental ni en la metodología tiene credibilidad alguna», apuntó la responsable del GEN-GOB, Neus Prats.
En este sentido, explicaron que tras hacer un seguimiento de las dos dragas, la del pesquero 'Santamar 222' y de la 'Gefion R.' a lo largo del lunes, cuando el viento soplaba a 22 nudos (lo que equivale a fuerza 5), se comprobó que el vertido se hace en superficie. «El vertido no se a produce a 200 metros de profundidad como se establecía», apuntó Sáez. Esto hace que, visualizando toda una serie de fotografías realizadas por Ecologistas en Acción, se pueda comprobar una mancha en alta mar de los sedimentos que se dragan. Y es que la composición, que debería depositarse por debajo de los 200 metros de profundidad, vuelve a salir a la superficie: «Y así se piensan pasar cinco meses», puntualizó Neus Prats.
«No tenemos un punto de vertido, sino que tenemos una zona de vertido que ocupa 13,9 millas cuadradas y el punto más cercano a la dársena del puerto está a 5,5 millas», recalcaron, en lugar de las 12 millas establecidas por Autoritat Portuària de Balears en su día. «Es muy grave porque se hace [el vertido] fuera de la zona y en trayecto, todo esto es un engaño enorme», indicó Prats.
La ecotoxicóloga de Ecologistas en Acción, Angeliki Lysimachou, explicó que el dragado contiene partículas finas de fangos contaminantes que pueden llegar a intoxicar toda la cadena de animales marinos.
Jorge Sáez calificó esta actuación como un «ejemplo dantesco para todo el Mediterráneo». Por ello, indicaron que todas las fotografías que se han tomado a lo largo de este seguimiento a las dragas se remitirán a la Unesco. «Es lamentable y vergonzoso que desde la administración estén trabajando en contra de un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad y lo están poniendo en peligro», señaló Neus Prats, que calificó estas actuaciones de «muy graves».
APB niega la afección pero abre una investigación
Desde Autoritat Portuària indicaron, a través de un comunicado, que según un informe datado el 15 de octubre se «garantiza que se cumplen las condiciones de los objetivos» estipulados en el Plan Especial de Vigilancia Ambiental del dragado «en cuanto a la transparencia, turbidez, irradiancia y sólidos en suspensión en el agua». Así, APB descarta cualquier afección a la Reserva Natural de ses Salines d'Eivissa y Formentera. Aún así, desde el organismo señalaron que ayer se abrió una invertación para esclarecer la veracidad de las acusaciones realizadas por los ecologistas: «A la espera de recabar datos concluyentes, tanto la UTE responsable de las obras del dragado como la UTE contratatada como asistencia técnica para el seguimiento ambiental han confirmado que se están cumpliendo en todo momento las prescripciones de la Declaración de Impacto Amiental, los requerimientos adoptados por la Unesco así como las prescripciones del Consell d'Eivissa en materia de arqueología en la construcción de los muelles de es Botafoc».
ExC traslada la cuestión al Parlament
La diputada de ExC, Esperança Marí, anunció que a lo largo de hoy presentará una Proposición no de Ley en el Parlament balear con el fin de que inste a Autoritat Portuària a trabajar «conjuntamente» con el Consistorio para que se pueda recuperar «plenamente» la Marina como área de paseo. Asimismo, también reclama que se cuide «que las instalaciones derivadas de la remodelación del puerto sean de calidad y no causen ningún impacto ambiental más que que el estrictamente necesario».