Las obras del Parador en el Castillo de Dalt Vila no dejan de deparar sorpresas arqueológicas. En los sondeos previos que se están realizando para construir un túnel que tiene que enlazar el establecimiento hotelero con el aparcamiento en el exterior de las murallas se han encontrado nuevos elementos. Entre ellos una estructura situada en la roca y una cisterna, ambas en la zona del patio de armas. La Comisión de Patrimonio del Consell (Ciotupha) todavía no se ha pronunciado sobre si deben conservarse o no.
En el blog eivissa.wordpress.com, del que han sido extraídas estas fotografías, su autor, Juan Pacheco, indica que la estructura del patio de armas podrían ser restos de la parte primigenia del Castillo. En la Ciotupha del 24 de junio se solicitó la realización de excavaciones tanto de la superficie que abarcará el aparcamiento, en el exterior de las murallas y situado entre los baluartes de Sant Bernat y Sant Jordi, como de toda la zona por donde discurrirá el túnel, que desemboca en el patio de armas.
Cavaller de Santa Bàrbara
Por otro lado, según denuncian Juan Pacheco y otras fuentes entendidas en arqueología, los restos encontrados en el Cavaller de Santa Bàrbara no han recibido el tratamiento que deberían porque el Consell ha autorizado unos pilares que impiden la correcta conservación de los hallazgos, unas estructuras pre-renacentistas de los siglos XIII y XIV.
Según el acta de laCiotupha de diciembre se presentó un informe en el que se decía que se había hallado un pavimento empedrado en condiciones de conservación relativamente buenas, con un muro con un arco, así como con dependencias que conservaban buena parte de su altura original, incluidas algunas puertas. «Se trata de una agrupación arqueológica de indudable relevancia», dice el informe, que también asegura que ello es incompatible con lo que prevé el Parador en este punto, que son dependencias para que el personal se cambie. Por eso se informó desfavorablemente la destrucción de estos restos y se requirió al promotor para que presentara una nueva propuesta.
Sin embargo, en junio se autorizó la construcción de los pilares, eso sí, con unas zapatas de las menores dimensiones posibles. En torno a ellos se tendrá que reconstruir el pavimento de la forma más exacta posible. También se autoriza la eliminación del macizado del arco. Según Pacheco, esta decisión fue tomada en una Ciotupha en la que no estaban ni el director general de Patrimoni ni el representante del IEE, que habían sido críticos con esta cuestión. «Nadie está en contra del Parador, pero hay que seguir unos criterios», dijo Pacheco, que indicó que se «avergüenza» de todos los partidos y de los ecologistas por no criticar este asunto.
Una cisterna renacentista será desaprovechada
El Consell quería que el proyecto de Parador utilizase de alguna forma una gran cisterna renacentista del siglo XVI que hay en el patio y que sería ideal para instalar una sala cultural. Sin embargo, desde Turespaña, que realiza la obra del Parador, no mostraron interés en ello. Por eso, en la Ciotupha de agosto, el Consell pidió que se deje abierto un acceso al elemento por si en un futuro se utiliza. También reiteran su petición «para que se recupere este elemento patrimonial de referencia y de gran relevancia dentro del Castillo, considerando que se trata de un espacio que puede destinarse a usos culturales y artísticos, el cual, por su importancia dentro del conjunto, tendría que tener garantizados el acceso y la visita».
Uno de los hallazgos arqueológicos más importantes que se ha hecho en las obras del Castillo ha sido una torre islámica encontrada donde se construirá el spa, que se acristalará para poderse ver.