El colegio público de Jesús fue ayer por la mañana el centro más hippy de toda la isla, con todos sus alumnos disfrazados para la ocasión con motivo del Carnaval.
De hecho, no había nadie en el patio del colegio que no vistiera un atuendo que rememorara los años sesenta y setenta, desde la directora Enri, hasta Xavi el profesor de Educación Física, con su sombrero de copa roja y sus pantalones de campana.
Además todos los disfraces que presentaban los alumnos se los habían hecho ellos mismos durante un taller en el que pintaron camisetas y emblemas de la paz hechos con pasta y cartulina. Algo que, según la directora y maestra de ceremonias de la fiesta micrófono en mano, «forma parte de un proyecto en el que todos los niños trabajaron sabiendo lo que es la paz y qué significó el movimiento hippy en nuestra isla, aprendiendo tanto las cosas buenas como las malas».
Tal vez por eso, era una delicia verles a cada uno de los cursos ir bailando al ritmo de las canciones más emblemáticas de la época, como los de 5º de Primaria, que bailaron con la canción de Mamma Mia de Abba en versión en castellano, mientras iban chocando las palmas de todos sus compañeros que les animaban con sus pancartas en la mano.
Bocata de tortilla
Y como tras tanto ajetreo suele entrar el hambre, el Colegio Público de Jesús también había pensado en ello. Encargó a todos sus alumnos que trajeran su correspondiente bocadillo de tortilla, en honor al Dijous Llarder que se celebró el jueves y, así, desde los más pequeños de 3 años hasta los más mayores de 11 y 12 acabaron la fiesta degustando sus trozos de tortilla, al tiempo que, como afirmaba Enri, «a pesar de las obras que acechan al colegio, siempre se puede disfrutar disfrazándose en Carnaval».