Para Íñigo Rodríguez, cocinero bilbaíno de El Hotel Pacha desde hace seis años, participar en el concurso 'Cocinero del año' es todo un reto personal. «He participado en concursos de cocina, pero nunca había estado en éste. Para mí es importante estar aquí porque el 'Cocinero del año' tiene mucho prestigio; muchos de los que han participado y ganado les han dado una estrella michelín», explicaba ayer por teléfono este vasco desde la escuela CETT de Barcelona, donde tuvo lugar la segunda semifinal de esta convocatoria que tendrá su gran cita en la feria Alimentaria de Barcelona del año que viene.
Durante cinco horas, Íñigo tuvo que elaborar con su ayudante Damián Buonuomo un menú de entrante, plato principal y postre con un prespuesto de 16 euros. Finalmente se decantó por salmorejo con uvas y almendras al aroma de vainilla y foie como entrante, mientras que para plato principal optó por conejo relleno de berros y espárragos trigueros. Ya para el postre preparó un bizcocho de calabaza con macarrón al cardamomo y helado de melón. «El entrante y el postre son baratos como materia prima. El conejo es lo que quizá costó algo más. El postre surge de un menú que estoy preparando para El Hotel», explicó para añadir, segundos después: «Me parece perfecto que se ponga un precio para comprar las materias primas porque he participado en concursos donde había cocineros que presentaban cigalas carísimas y otros caballa, por ejemplo».
Este cocinero, que antes de llegar a Eivissa trabajó con Ferran Adrià en El Bulli, con Andoni Luis Aduriz en Mugaritz y con Aitor Elizegui en Gaminiz, asegura que para hacer un menú de alta cocina, la especializada con la que trabaja, no es necesario gastar mucho dinero en los productos: «Con poco presupuesto se puede hacer un gran plato porque para hacerlo no hace falta productos caros sino tener imaginación». Y de eso a él no le falta: «Leo muchísimos libros de cocina y aprendo mucho de la gente con la que trabajo. De ahí saco todas mis ideas», precisa.
Finalmente, el ganador de la semifinal de Barcelona fue Juan Jiménez, del restaurante del Hotel Condes de Barcelona.