Sant Antoni cuenta ya con el rocódromo de uso público más grande de todo Balears. Tiene 140 metros útiles, está en la Plaça Coixet de la localidad y ayer fue inaugurado por todo lo alto con la presencia del alcalde del municipio José Sala, y de muchos escaladores llegados de todas partes de la Isla.
El alma de la iniciativa ha sido Alejandro Pellegrino, instructor de la Federació Balear de Muntanya i Escalada, quien se mostraba muy contento con el trabajo realizado y de como había quedado todo, al tiempo que afirmaba que «ojalá ésto sea el inicio de la mejora de la escalada libre en Eivissa».
Por eso, una vez cortada la cuerda de la inauguración, él mismo empezó a impartir un taller al cerca de un centenar de jóvenes que estaban ansiosos por probar la instalación. Había aficionados de todas las edades, desde algunos como Marcos que con apenas dos años quería lanzarse a subir paredes, hasta algunas de las mayores promesas de la escalada en España.
Por eso, y viendo el éxito que tuvo en su primer día, Pelegrino hizo especial hincapié en «que el rocódromo sea usado con seguridad y siempre acompañado de un compañero que te pueda ayudar, ya que la escalada es muy solidaria y nunca se hace solo».
Por eso, el argentino advierte que «no podrá ser usado si no se está federado, porque así nos aseguramos que todos saben cómo se usa y que tienen que emplear, por ejemplo, las colchonetas de seguridad conocidas como crash pad».