El proyecto Somos Uno, puesto en marcha por el monitor de circo David Rodríguez en mayo de 2010 en uno de los pueblos turísticos más conocidos del desierto del sur de Marruecos, Hassi Labiad, sigue creciendo poco a poco.
David acaba de regresar de la zona tras permanercer tres meses, y lo ha hecho muy contento, ya que su proyecto de sensibilización social a través del circo va calando entre los jóvenes de la zona, como demuestra que «ahora he tenido 15 y 20 niños que acudían regularmente por las mañanas y otros tantos jóvenes que venían por las tardes».
Además, David ha conseguido «dar continuidad a las clases anteriores con la puesta en marcha de una carpa permantente en el pueblo en la que se han hecho espectáculos para toda la localidad y en Navidad para turistas, quiénes incluso pagaron por entrar 50 dirhams que fueron destinados a las familias de los niños».
Algo muy importante para ellos, porque la idea del espectáculo partió de los propios alumnos. En él, a través de una historia que contaba la relación de una familia con un turista se iban narrando situaciones que pasan en el pueblo mediante distintas disciplinas de circo como equilibrios, trapecio, estelas, malabares o bailes típicos de la zona. Así, según David, se da un paso más ya que «los jóvenes toman esta iniciativa como suya, cogen confianza y piensan que lo que hacen con ganas lo pueden conseguir». Además, también ayuda a que en Hassi Labiad se pueda instalar un centro de circo permanente con un profesor que no sea él, y hacer una ruta por las plazas de las medinas que están abiertas a todos los artistas y dar un giro a su vida.
Sin embargo, según David para eso «haría falta algo más de inversión ya que por ganas no iba a ser, porque en un mes de clase empezamos a crear el espectáculo y en una semana ya lo teníamos montado, y eson en España es impensable».